domingo, 27 de noviembre de 2016

CRÍTICA | CALLBACK, de Carles Torras


La cara cruel de Nueva York
CALLBACK, de Carles Torras
Festival de Málaga: Mejor película, guión y actor. Festival de Bruselas: Premio del jurado
España, 2016. Dirección: Carles Torras Guión: Carles Torras y Martin Bacigalupo Fotografía: Juan Sebastián Vásquez Reparto: Martin Bacigalupo, Lilli Stein, Larry Fessenden, Timothy Gibbs, Rigoberto Garcia, Kathryn Kuhn, Paulina Simkin, Dave Bobb, Butch McCain Género: Thriller psicológico Duración: 80 min. Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 20/01/2017
¿De qué va?: Larry es un inmigrante latino en Nueva York. Ferviente religioso y de vida anodina, intenta labrarse un lugar como actor asistiendo a distintos castings radiofónicos. La llegada a su piso de Alexandra, una joven que ha conocido por internet, pondrá patas arriba su débil estabilidad.


Carles Torras, un director que siempre ha transitado los márgenes cinematográficos, viaja hasta el Nueva York marginal en Callback, a todas luces su mejor obra hasta la fecha. Contada con el pulso de un thriller psicopático, sin juicios ni subrayados, Callback sigue los pasos de Larry, un tipo anodino que trabaja en una empresa de traslados. En sus ratos libres, el hombre asiste a los oficios de una iglesia evangélica de barrio y se presenta a castings para poner voz a anuncios publicitarios. Con todo, no puede decirse que el film sea, al menos en un primer término, ni una crítica al sensacionalismo religioso ni a las duras condiciones de los actores que quieren labrarse un futuro en el País de las Oportunidades, aunque ambos temas subyacen en todo el metraje. Torras, sirviéndose de la presencia portentosa de Martin Bacigalupo, retrata las arbitrariedades de un desequilibrado apátrida, y lo hace con humor lacónico y un estilo cortante. Estamos ante una intriga psicológica de bajo presupuesto al más puro estilo American Psycho, pero a la vez una historia con cierto candor, porque el personaje queda retratado como una víctima del sistema, un ser frustrado que canaliza toda su rabia por la vía del crimen. Torras, con un guión en constante progreso, describe a la perfección el paso de la "normalidad aparente" a la "locura ensalzada" de su antihéroe, todo hasta llegar a un final que muestra la deriva definitiva del protagonista conduciendo, literal y metafóricamente, en dirección a la boca del lobo. Callback, como resultado, es una película desasosegante, que ofrece más preguntas que respuestas, no apta para espectadores de gusto acomodado. En el abismo y la excentricidad de Callback se esconde un retrato punzante de nuestros tiempos: ojalá el público español le dé la oportunidad que se merece.


Para amantes de los thrillers urbanos en la línea de Taxi Driver y Nightcrawler.
Lo mejor: Martin Bacigalupo, un descubrimiento.
Lo peor: Que, por avatares de la distribución, llegue tan tarde a las salas españolas.

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