viernes, 14 de agosto de 2015

CRÍTICA | LA MUCHACHA DEL SENDERO, de Nicolas Gessner


LA MUCHACHA DEL SENDERO (THE LITTLE GIRL WHO LIVES DOWN THE LANE), de Nicolas Gessner
Largometraje nº 05: Cinoscar Summer Festival 2015: Sección fuera de concurso
Elección de Marga Molero
Canadá, 1976. Dirección: Nicolas Gessner Guión: Laird Koenig, a partir de su novela homónima Duración: 95 min. Género: Drama Tráiler: Link Reparto: Jodie Foster, Martin Sheen, Alexis Smith, Mort Shuman, Dorothy Davis, Scott Jacoby, Clesson Goodhue, Dorothy Davis
¿De qué va?: Rynn Jacobs es una adolescente inteligente, desenvuelta y sagaz. Hace mucho tiempo que nadie ha visto a su padre, un escritor de éxito, y todo parece indicar que la pequeña se las apaña viviendo sola. La casera, el extraño hijo de ésta y un joven aspirante a mago la acompañarán en su viaje de crecimiento, aunque la chica desea estar sola. Por el camino, conoceremos sus debilidades y secretos.
Palmarés: Saturn Award a la mejor película y a la mejor actriz.


RESEÑA XAVIER: Resulta curioso visionar en el 2015 La muchacha del sendero sabiendo cómo ha evolucionado la carrera de Jodie Foster, que en el film interpreta a una adolescente muy desenvuelta. Las relaciones entre el personaje de este título de los 70 y Foster son evidentes: ambas son mujeres indomables y solitarias, a contracorriente del gran Hollywood y con un sentido de la privacidad y la independencia, tanto personal como artística, muy particular. Pero que la actualidad (o la nostalgia) no nos despiste... La muchacha del sendero es una curiosa propuesta que se sustenta en un único personaje y en un único espacio, detalles que la convierten en una película de raíz teatral. Diferentes personajes intentan perturbar la tranquilidad de Rynn, una joven de 13 años que vive sola, tal vez con la única compañía de sus secretos (algunos, escondidos en una terrorífica trampilla que haría las delicias de Agatha Cristie). El film tiene todos los ingredientes temáticos y formales para ser despachado como 'película menor' (término muy recurrido por la crítica): tal vez la etiqueta se ajusta a la perfección a la propuesta, pero también es importante destacar que esta avispada muchacha tiene misterio y encanto. Además, claro está, de una grandísima Jodie Foster, a pesar de su edad. Porque, llámenme fetichista, me imagino a Foster, con la experiencia y la tranquilidad de sus cincuenta 'tacos', recordando el film y diciendo: 'eso niñita soy yo'. En todos los sentidos. Para suerte del cinéfilo que, como quien escribe, admira a la actriz de Acusados y El silencio de los corderos.

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RESEÑA ISIDRO: En La muchacha del sendero una mozuela de 13 años muy madura para su edad y misteriosa, que dice vivir con su padre, deja entrar a todo quisqui en su casa. Y ea. Esa es la película. Con un pestillo en la puerta se acababa a los veinte minutos. Con esta premisa se intenta crear una intriga en un único escenario con mentiras, crimen y falsas apariencias que cruzan los caminos de la niña, su padre, la casera, el hijo pedófilo de la casera, un policía y el sobrino cojo del policía. Y digo que intenta porque el resultado es bastante regular: la propuesta es muy inverosímil y tiene más agujeros que un colador, y lo único que le da consistencia a la película es una jovencísima Jodie Foster que defiende con nota un personaje que en otras circunstancias sería un auténtico despropósito. Y además la puesta en escena resulta bastante impersonal y canta a años setenta más que Abba y Boney M juntos: música horterísima (cuando no es Chopin), zooms gratuitos y el vestuario de la Foster a base de jerséis. No, no es una película muy sólida, pero al menos se deja ver bien y entretiene, que no es poco. Para los que entre semana echen de menos las películas malas del finde de Antena 3 (no sé quién tiene tanto valor, pero de todo hay en la viña der zeñó).

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RESEÑA DANIEL: Algo muy decepcionante para cualquier cinéfilo es ir a ver una película que ha sido ‘vendida’ en un determinado género, y llevarse la (desagradable) sorpresa de que no es lo que aparentemente se esperaba. Más o menos eso me ha pasado con La muchacha del sendero. En el film una jovencísima Jodie Foster se convierte en una victimaria más, enredada en sus pensamientos, acosada y acechada por el típico psicópata ‘cara bonita’. De thriller e intriga, poco. Lo que consigue el director (pese al pobre guión) es mantener un pulso narrativo bastante atractivo para que no aburra mientras los hechos se desarrollan, pero aun así todo me resulta impostado y sin la fuerza que caracteriza un drama psicológico (que en el fondo es lo que es), además de un desenlace algo soso. A la película la salva la interpretación (brillante) de Foster y uno que otro momentazo junto a Martin Sheen que logra ejecutar salvajemente. Lo demás no es reseñable. Exagerada verborrea e insuficiente tensión. A medias me quedo.

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