jueves, 13 de agosto de 2015

CRÍTICA | NORTE, THE END OF HISTORY (NORTE, HANGGANAN NG KASAYSAYAN), de Lav Diaz


NORTE, THE END OF HISTORY (NORTE, HANGGANAN NG KASAYSAYAN), de Lav Diaz
Largometraje nº 04: Cinoscar Summer Festival 2015: Sección fuera de concurso
Elección de Sebastián Nadilo
Filipinas, 2013. Dirección: Lav Diaz Guión: Lav Diaz y Rody Vera Duración: 250 min. Género: Drama. Thriller Tráiler: Link Reparto: Archie Alemania, Angeli Bayano, Soliman Cruz, Angelina Kanapi, Sid Lucero, Hazel Orencio, Mae Paner
¿De qué va?: Magda, una prestamista y terrateniente adinerada, marca la vida de distintos personajes. Al aparecer asesinada, las autoridades culpan a Joaquín, un pobre padre de familia. Eliza, su mujer, se ve obligada a tirar adelante la casa familiar y a sus dos hijos sin apenas ayuda. En paralelo, el autor del crimen, Fabián, es un intelectural atribulado que decide huir. La culpa, los remordimientos, la locura, la pobreza y los caprichos del destino unirán y distanciarán a unos y a otros en un tierra yerma y amoral.
Palmarés:  Sección Un Certain Regard, Festival de Cannes 2013. 4 Gawad Urian Awards, los principales premios del cine filipino, incluyendo reconocimiento a la mejor película del año.


RESEÑA XAVIER: Tarr, Weerasethakul, Mendoza, ecos de la tragedia clásica y reminiscencias del cine documental. Lav Diaz es uno de los directores más singulares de la contemporaneidad. Sus películas son incógnitas, retos, heridas, esputos ensangrentados. Diaz abre su cámara y los personajes se pasean frente al objetivo con una naturalidad pasmosa, con una verdad elegíaca. Norte, The End of History no es un film fácil, mucho menos complaciente. Diaz no nos lleva a un final cerrado, tampoco delimita su discurso crítico. Deja a sus protagonistas errando. También a los espectadores. Tal vez el dilatado metraje del film espantará a muchos, algunas escenas podrían recortarse sin demasiada dificultad... pero así, tal y como la concibe Diaz, cual largo via crucis de corrupción y pobreza, Norte, The End of History es una de esas películas que queman los ojos, que curten la piel y que dejan mella en el alma. A la postre, Diaz consigue que la audiencia quede sumida en una suerte de duermevela de injusticias y amoralidades. Debe disfrutarse y sufrirse desde el desamparo absoluto de quien no gobierna sus acciones ni las de los demás. Diaz, en este sentido, es un narrador modélico que rehusa ser el deus ex machina de sus criaturas, a la contra del concepto europeo de autor que controla y domina todos los recovecos de su narración. El destino es caprichoso y, como la vida misma, en el guión del film no hay nada programado, aunque su resolución puede leerse como una demostración de que nada cambiará, y a la vez de que nada será lo mismo. Una de las mejores películas del festival.

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RESEÑA MAYRA: Norte, The End of History es una de esas películas con la que no disfrutas, más bien sufres. Son poco más de cuatro horas de planos generales y pausados que nos muestran la vida de varios personajes, sus acciones, sus reacciones, sus puntos de vista respecto a la vida en general. Norte, The End of History es de esas películas que si bien no son documentales, aun así logran acercarse por mucho a nuestras realidades sociales. La cinta es un reflejo de las diferencias sociales, de la indolencia, del egoísmo, de la injusticia, de la frustración, y del destino, que es ese futuro que desconocemos. Díaz logra crear un film cercano y creíble: se puede sentir la angustia y sufrimiento de sus personajes, y es mucho más interesante y tiene muchos más matices de lo que a priori podría parecer. Un film que compensa con su dura pero imprescindible historia, y con su buena realización, lo extenso de su metraje. Confieso que durante los primeros minutos del film pensé que me aburriría, pero no fue así. Si esta cinta estuviera en la sección oficial del CSF, sin duda estaría en alguno de los primeros lugares de mi top 10. 

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RESEÑA ISIDRO: Norte, The End of History es posiblemente la película más larga que he visto nunca: 250 minutacos. Pero manda huevos echar un vistazo a la filmografía del director y darte cuenta de que, salvo sus primeros largometrajes, Norte es su película más corta. Y a mí, desde aquella mañana horrible en la que vi Lawrence de Arabia por la tele y con anuncios, las películas largas me dan mucho respeto. Si no me he muerto durante el visionado de la filipina es porque me la he tomado como si fuera una miniserie: cuatro horas, cuatro episodios, y la verdad es que encajaban perita en el argumento. El primer episodio nos presenta a una madre pobre casada con un cojo y sometida económicamente a una usurera (Mo’nique en filipina), y a su vez a un posturitas pseudo-intelectual que parece que también estaba sometido al ballenato aquel. El episodio acaba con el posturitas matando a la Mo’nique, crimen bastante injustificado que solo sirve de excusa para plantear el drama de la película y los dilemas morales que asolarán a sus protagonistas. Así llega el segundo episodio, sobre el sentimiento de culpa del posturitas y la entrada en prisión del cojo injustamente acusado (en Filipinas no hay CSI). En el tercer capítulo la madre pobre intenta salir adelante mientras al cojo se le pone chunga la cárcel. Y del cuarto solo digo que me ha dejado como al ballenato, muerto. Conclusiones: Norte da pie a reflexionar si el posturitas no te da la chapa; la dirección es elegante, Diaz sabe dónde colocar la cámara y deja a sus personajes respirar; no volveré a ver una película de más de dos horas en los próximos meses; y los filipinos tienen unos nombres muy graciosos.

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