martes, 10 de julio de 2012

VISIONADOS VERANIEGOS: QUILLS, de Philip Kaufman

Perviértame, marqués, con su poética inmunda
QUILLS, de Philip Kaufman (EE. UU., 2000)
¿De qué va?: En plena Revolución Francesa, la gente muere de hambre por las calles y el mayor espectáculo es ver los condenados a muerte en la guillotina. Las historias llenas de escenas de sexo y escatología del Marqués de Sade hacen las delicias de una masa que quiere saciar sus necesidades más básicas. El marqués está encerrado en una institución mental donde recibe todo tipo de favores. Tiene acceso a pluma y papel, duerme en sábanas limpias, no le falta comida y engatusa a los otros enfermos para realizar pequeñas representaciones teatrales que el gentío recibe entre aplausos y abucheos. Harto de que las indecorosas obras del marqués circulen por París, Napoleón envía a su psiquiatra de confianza para que reeduque o en su defecto se deshaga del escritor. Todo ello incomoda al abate que preside la institución y a la joven criada encargada de pasar los manuscritos del marqués a su editor.
Palmarés: Una de las protagonistas de la temporada de premios 2000 - 2001. Nominada a 2 SAG, 2 Globos de oro, 3 Oscar y 4 Baftas. National Board of Review a la mejor película del 2000. Satellite Award al mejor actor y mejor guión adaptado.
El dato: El Marqués de Sade es y sigue siendo uno de los autores más polémicos sobre el que corren mayor número de leyendas. Tal y como retrata Quills, Justine fue considerada una obra indecorosa y promovió el encierro del marqués, que se pasó casi treinta años en diferentes asilos y prisiones. Sádico y amante de lo sórdido, aficionado a escribir sobre antihéroes y violaciones, se dice que de físico agraciado, firmante de una obra extensa, espía entre barrotes de un país en revolución. La película se basa libremente en su figura, mientras que todos los demás personajes son ficticios. No queda del todo explicitada su relación con su mujer y tampoco se habla del hijo del marqués, los únicos que acompañaron al escritor hasta el momento de su muerte. El Marqués de Sade ha inspirado una decena de película, algunas muy destacadas como las obras de Jesús Franco, Peter Weiss o Pier Paolo Passolini. Quills fue escrita por Doug Wright y adapta una obra de teatro del mismo Wright.


Valoración: Quills habla de una obsesión por las palabras y la capacidad de engañar, manipular, entregar vida y dar muerte con las palabras. La figura del Marqués de Sade sirve de marco ético e histórico para una película que en sus mejores momentos adopta la perversión, la travesura y la provocación del personaje. Una descripción de los bajos instintos humanos y de los discutibles mecanismos tanto para saciarlos (el Marqués de Sade evoca encuentros sexuales en sus historias) como para atajarlos (el médico que trata al escritor se dedica a castrar el arte detestable del protagonista). Funciona con bastante precisión en sus momentos hiperbólicos (los pacientes saliendo de sus celdas mientras el edificio se incendia) y cómicos (la sátira que cierra la historia: buena vuelta de tuerca), aunque pasada la hora de metraje la película se complica, resultando un film excesivamente espeso con fogozanos de maestría. No acaba de convencer el envoltorio romántico, fuerza que actúa entre los personajes y que los arrastra hacia un desenlace trágico. Pero es uno de los cuentos más originales sobre la fascinación que puede despertar la literatura: en este sentido, la escena en la que el Marqués de Sade dicta su última historia mientras los presos van recitándola de celda en celda condensa el homenaje a las palabras bien dispuestas. Palabras... porque Quills brilla con más intensidad cuando se desgaja del cine (y por lo tanto, cuando rehusa contar una historia sobre el marqués y alrededor del marqués) y asume plenamente su corazón bombeado por tinta y aderezado con imágenes propias de un bodegón putrefacto. No es redonda pero resulta igualmente fascinante.
Nota: 6'5
Tráiler:

2 comentarios:

Zuaitz Huerta dijo...

Lo que más me gusto sw Quills fue la interpretación de Kate Winslet y Jhoaquin Phoenix.... el actor de Shine me parece que en el último tramo sobreactua demasiado. Caine como siempre impecable.

Sandra Sánchez dijo...

Me han entrado ganas de verla, la tenía ya hace tiempo pero no me había decidido... me has dado el empujón que me faltaba.
;)