lunes, 22 de noviembre de 2010

BON APPÉTIT 5'5 / 10

Bon Appétit es de esas películas que perfectamente podrían tener su público, pero que las imposiciciones de la cartelera la obligarán a desaparecer de los cines antes de tiempo. Es una pena, porque Bon Appétit no tiene nada que envidiar a las comedias norteamericanas que sí tienen asegurada presencia en los medios durante dos o tres semanas. Puestos a explicar por qué Bon Appétit pasará desapercibida, se me ocurren varios motivos: en primer lugar, la estigmatizada marca de 'cine español', que aquí invita a engaños; hay que mencionar la no presencia de actores conocidos, aunque Unax Ugalde cumple con creces su trabajo como estrella de cartel; y sobre todo, la extrañez que provocará en el público ver una película local, con una narrativa poco habitual (conecta con el estilo de, por ejemplo, Antes del amanecer) y con un marcado carácter 'multicultural' y 'multilingüe' (película en castellano e inglés a medio camino entre Suiza y España). Vaya, que Bon Appétit es una rareza. Los que la vimos con cierta rapidez, muchos alentados por los tres premios que obtuvo en el pasado Festival de Málaga, podemos decir que Bon Appétit, sin ser ninguna cinta excepcional, es agradabilísima, al menos durante su escasa hora y media de metraje (el justo y necesario). Una unión de comida y amor que deja la sensación de una cena íntima, ligera, bastante amena para que el púlico olvide por un momento sus rutinas. Cuando se trata de comedias, parece que crítica y audiencia en general rebaja sus exigencias. Bon Appétit nos recuerda que hasta la propuesta en apariencia más liviana puede esconder intereses no esperados. Aunque, y he aquí mi insatisfacción hacia la película, no es una historia que deje huella, y en ocasiones cede a un romanticismo juvenil un tanto intrascendental, más típico de una serie televisiva para infantes que la base de una buena propuesta amorosa (el parto a ritmo del Hoppipolla de Sigur Rós parece seguir los pasos del manual del director novel aplicado, pero con poca inventiva). Vaya, que Bon Appétit es como esas comidas livianas que no tardas en olvidar. No deja con hambre pero, la verdad, por lo que se ha dicho y escrito, esperábamos mucho más...

1 comentario:

Elena dijo...

Me apetece verla, porque tras ver el tráiler conecté con ese aire de "película pequeña".
Tu opinión trasluce que es "un sí pero no"...a ver si cae en la próxima visita por taquilla, si es que no se esfuma antes de las carteleras.

Saludos!!