viernes, 12 de septiembre de 2014

CINE NÓRDICO | SORG OG GLÆDE (SORROW AND JOY), de Nils Malmros


SORG OG GLÆDE (SORROW AND JOY), de Nils Malmros
Dinamarca, 2013. Dirección: Nils Malmros Guion: Nils Malmros y John Mogensen Fotografía: Jan Weincke Música: Jan Juhler Reparto: Jakob Cedergren, Helle Fagralid, Ida Dwinger, Nicolas Bro, Maja Dybboe, Kristian Halken Género: Drama Duración: 105 min. Tráiler: Link
¿De qué va?: Johannes es un director de cine introvertido. Signe es una maestra de carácter muy variable. Ambos parecen formar la familia perfecta al lado de Maria, su bebé. Pero una noche Johannes vuelve a casa y recibe la peor de las noticias: su esposa ha matado a Maria. Desesperado, Johannes deberá hacer frente a un futuro incierto y recordar un pasado tortuoso, protagonizado por los celos y desórdenes psiquiátricos de Signe.
El dato: El film se estrenó en Dinamarca el 14 de noviembre de 2013. Se inspira en un episodio de la vida del propio director: al igual que en el film, su esposa en la vida real es profesora. Malmros, de 69 años, es uno de los cineastas más importantes del cine nórdico: ha ganado en 4 ocasiones el premio Bodil de la crítica danesa a la mejor película del año y tiene 3 galardones Robert de la Academia de cine danés. La película es una de las tres precandidatas para representar a Dinamarca en los Óscar 2015: sus contrincantes son En du elsker (Someone you love) de Pernille Fischer Christensen y Kapgang (Speed Walking) de Niels Arden Oplev. El nombre del film elegido se anunciará el jueves 18 de septiembre.
Palmarés: 11 nominaciones a los Premios Robert 2013, incluyendo menciones en película, director, guion y actor: Helle Fagralid ganó el reconocimiento a la mejor actriz. 3 nominaciones a los Premios Bodil 2013, incluyendo mención en mejor película del año. Presente en los festivales de Roma y Edimburgo.


Con una premisa similar a la presentada por el film belga Perder la razón, Sorrow and Joy suma y sigue en el muestrario de perversiones y desórdenes nórdicos. Seguro que el cine poco o nada tiene que ver con la realidad, pero a juzgar por los últimos títulos del cine danés se podría sospechar que algo está sucediendo en el país del bienestar y el frío: La caza nos contaba una historia de escarnio colectivo y acusación de abusos sexuales a menores, Nymphomaniac mostraba la parte más descarnada (sin segundas intenciones) de una adicción destructiva, y ahora Sorrow and Joy rasca todavía más en una perfección que se desintegra por momentos.


A partir de una experiencia personal del director (el personaje de Cedergren guarda ciertos parecidos con el propio Malmros), la película cuenta los efectos que tiene en una pareja la muerte de la hija de ambos. Malmros empieza sin rodeos contándonos el detonante que dará pie a toda la trama, y sigue matizando y contextualizando el trágico suceso. En este apartado, el film alcanza sus mayores cotas de interés cuando aúna la psique perversa del personaje masculino con la fragilidad del personaje femenino: por momentos, el film avanza como un extraño cuento de perversiones sexuales y sentimentales, con interesante ejercicio de 'cine dentro del cine' en su parte central, que atrapan al espectador por su ambigüedad y potencia. Con todo, la película convence menos cuando debe poner fin al dolor de los personajes (todo se resuelve por la vía más fácil): al film no le beneficia su estructura circular, ya que termina repitiendo hechos que ya conocemos (la simbólica hacha, citada al inicio y mostrada al final a modo de subrayado poco interesante), mientras que otros queda totalmente elididos (estos últimos son precisamente los que dibujan la atmósfera turbia que realza la película).


En conjunto, una película que convence más por lo que deja intuir que por lo que muestra. No le beneficia el hecho de que el drama familiar esté contado de una forma un tanto aséptica, así como el escaso relieve de los secundarios (sobre todo el psicólogo con el que habla Johannes y la madre de Signe). Algunos también alegarán que lo que se cuenta es tan impactante (¿qué puede llevar a una madre a matar a su propia hija?) que no existe explicación posible ni estrategia de guion que ponga cordura a tal sinsentido, si bien esta opción puede ser motivada por los prejuicios de la audiencia, y no por un verdadero fallo del film. Sorrow and joy dista de ser redonda, pero incuba en el espectador el huevo de la serpiente: primero deja perplejo, luego incomoda, y al final deja a la audiencia apesadumbrada y pensativa. Ya se sabe: las familias danesas, al menos en el cine, distan de ser idílicas.


Para amantes de las premisas argumentales potentes.
Lo mejor: Los episodios que unen la vida y la obra del protagonista.
Lo peor: ¿Era necesario el '26 años después' del final?

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