viernes, 25 de diciembre de 2015

CRÍTICA | LOS ODIOSOS OCHO, de Quentin Tarantino


Hombres negros, infierno blanco
LOS ODIOSOS OCHO (THE HATEFUL EIGHT), de Quentin Tarantino
3 nominaciones a los Globos de oro: Actriz secundaria, banda sonora y guión
EE. UU., 2015. Dirección y guión: Quentin Tarantino Fotografía: Robert Richardson Música: Ennio Morricone Reparto: Samuel L. Jackson, Kurt Russell, Jennifer Jason Leigh, Demian Bichir, Walton Goggins, Tim Roth, Bruce Dern, Michael Madsen, Channing Tatum, Lee Horsley, Craig Stark, Belinda Owino Duración: 170 min. Género: Western Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 15/01/2016
¿De qué va?: Un cazarrecompensas viaja en caravana con una delincuente para entregarla a las autoridades y recibir su recompensa. Por el camino, distintos personajes y un temporal de nieve obligarán a detener la ruta. En mitad de la nada, siete hombres y una mujer con muy malas pulgas intentarán sobrevivir a las inclemencias del clima, dando rienda suelta a sus instintos más despiadados.


Quentin Tarantino firma su octava película y el espectador ya sabe qué se va a encontrar antes incluso de que se apaguen las luces del cine: diálogos ingeniosos, violencia exacerbada, citas cinéfilas y sobre todo un recital de las filias y fobias del director más publicitado de la contemporaneidad. Los odiosos ocho es todo eso, pero también mucho más. El creador de Pulp Fiction sabe que con sus anteriores trabajos ha dejado nuestro umbral del dolor y de la sorpresa muy alto, y tal vez por ello su intrincada mente ha decidido contraatacar con una película más retorcida, claustrofóbica y desaforada. 


Los odiosos ocho es una ópera plagada de soliloquios con pompa y pistolas humeantes que sabe a novela negra, a teatro clásico y a western masculino. Tarantino ha llegado a una cima tan alta en el arte de escribir y de hacer cine que es capaz de rellenar casi tres horas de metraje con sinsentidos mayúsculos que, paradójicamente, interesan más con el paso de los escenas, cual maraña putrefacta a la par que irresistible de tensión, frío y sangre. Por todo ello, Los odiosos ocho resulta más genuina y menos comercial que Django desencadenado. Y a la vez, estos malditos bastardos en tiempos de guerra, por su verborrea y testosterona, enlazan directamente con la peripecia inicial de Reservoir Dogs


Sí, amigos: Tarantino ha vuelto a hacer de las suyas. Le volverán a caer chuzos de punta, sobre todo por lo que respecta a su sufrido y excelente personaje femenino. Pero no hay que olvidar que Tarantino rueda por diversión propia y para entretenimiento de una gran nómina de acólicos: eso explica que el propio director, en calidad de noveno odioso y a modo de narrador omnisciente, se cuele a mitad de película para cargar todavía más un ambiente que ya se antojaba la mar de irrespirable. Nada nuevo bajo el sol, o tal vez por ello todo lo contrario. El tiempo dictará sentencia, pero todo parece indicar que Los odiosos ocho será denostada y querida a partes iguales. Lo nuestro es absoluta rendición. Obra maestra.


Para adictos a las 'farsas serias' de Quentin Tarantino. 
Lo mejor: Toda su nómina-jauría de actores-leones, con Jason Leigh y L. Jackson a la cabeza. El prólogo del crucifijo es sublime. 
Lo peor: En algunos momentos da la sensación de que su director quiere demostrar su ingenio a toda costa (pero ya se sabe: con Tarantino no hay espacio para las sutilezas).

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