lunes, 25 de junio de 2012

Asignaturas pendientes: Crítica de PROMOCIÓN FANTASMA

Promoción fantasma es el claro ejemplo de que se puede realizar una película que cumpla a nivel autoral sin traicionar a su joven audiencia. No es extraño que Javier Ruiz Caldera piense en el público porque sus referentes cinematográficos también lo hacían. Hablamos del cine familiar con ligeros toques fantastique de los 80, desde E.T.: El extraterrestre hasta Regreso al futuro, pasando por Los Goonies y analizando la carrera de Ivan Reitman. De todo ello nace una película tan nostálgica como Promoción fantasma, que arranca risas siguiendo el manual de la vieja escuela para hablar del presente (porque hay críticas y parodias a los planes educativos que en este país han cambiado en función del gobierno del momento, aunque hay que saber verlas). El film también sirve para creer en un humor no solo basado en los chistes de brocha gorda (que los hay, pero en cantidades medidas). Logra que veamos a Raúl Arévalo como el gran calzonazos adorable de nuestro cine, con el atractivo de los grandes perdedores y un parecido físico a Sean Penn que causa algo más que morbillo. Y los que siempre dijeron que nuestros actores pequeños y adolescentes eran más bien malos tendrán que callarse la boca. Al final el colegio de Promoción fantasma deja la imagen de un cine vivo, el nuestro, en el que habitan miles de espectros, prejuicios y malas famas no siempre justas. ¿Porque qué es el cine español sino ese estudiante que vaga como alma en pena esperando aprobar de una vez por todas el último curso? Hasta en eso Promoción fantasma se presta a la coña y a la seriedad. Ruiz Caldera hizo de Spanish Movie una película muy consciente de encuadrarse en un género menor y aprovechaba la coyuntura de la comedia absurda para homenajear y ampliar los horizontes del cine español. Promoción fantasma da un paso más allá, demostrando que la modernidad existió en otro momento y que ahora lo retro se impone como original. No es una película perfecta, pero promete ser la antesala de algo no solo valiente sino genial. Porque el cine español tiene muchos miedos y muchas asignaturas pendientes. Afortunadamente hay gente que todavía entiende el cine como espectáculo naïf con el que volver a nuestros tiernos tiempos de instituto. Señores: la nueva comedia española, aquella que en teoría empezó con Pagafantas y alaba a Vigalondo y a los 'chanantes', ya es una realidad.


Nota: 6'5

Si te gusta esta crítica, vótala en Filmaffinity

1 comentario:

Mirna dijo...

Me encanta ver las diferentes películas para adolescentes. En general en EEUU suelen haber gran cantidad de estas películas. Ojala pueda conseguir vuelos con
promocion en argentina
para poder llegar a alguna de las ciudades principales de EEUU