martes, 9 de junio de 2009

MAN ON WIRE 7 / 10

El Oscar a la mejor película documental ha dado un importante y necesario cambio con Man on Wire, film notable que rompe con el esquema clásico de documental al uso y que rompe también el prototipo de 'documental oscarizable'. El argumento es cosa sabida: las desventuras de un alambrista francés que soñaba con cruzar por el aire los sesenta metros que separaban las dos Torres Gemelas. El film es la crónica alocada de un tarado simpático, aunque también estamos ante un Quijote moderno, un tenaz luchador que se fijó un objetivo y lo consiguió con creces. La colección de imágenes de archivo y testimonios hablados, aunque presente, cede a una loable reconstrucción ficticia, un aroma de thriller que confiere tensión al conjunto y lo trata como una historia digna de ser contada, sin ninguna denuncia, sin un minuto o diálogo de más. El ejercicio de contención es total: el film no incluye presentaciones ni rodeos, y acaba cuando la gesta ya se ha cumplido. De aquí que Man on wire sea tan liviana y a la vez tan compleja; lejos, en todo caso, de los aburridos debates de Fahrenheit 9/11 o Taxi to the dark side (no incluyo Bowling for Columbine: en su día, la forma era novedosa). El film sabe ficcionar la realidad, darle ritmo y atrapar al espectador aun sabiendo el final de la historia; Man on wire reinventa su género y muestra que un hermanamiento de calidad entre cine y televisión es posible.




Y con el héroe, el escenario también reclama su protagonismo. Man on wire juega con el espectador y la simbología de las Torres Gemelas. En el film, las torres son un proyecto grandilocuente de un país ambicioso, la tierra de los sueños y el lugar donde Philippe Petit cumplirá el suyo; ahora, solo quedan los escombros de un esplendor pasado y la confirmación de que algo se ha corrompido dentro y fuera de Norteamérica y sus gentes. Por todo esto, Philippe Petit se eleva a la categoría de héroe universal, símbolo de unos valores añejos pero siempre válidos. Lo dicho: perfecto ensamble entre verdad y ficción, cine y realidad, vida y sueños, cordura y locura. Todo un delicatessen.

5 comentarios:

david gil dijo...

bueno, me la apunto, porque no la he visto. la verdad es que si se sale de las convenciones del género, puede ser muy interesante.

un saludo

www.festivalesdecine.tk

Blanch dijo...

Xavier, sólo un apunte: el Oscar que ganó fue el de mejor película documental, no el de película de habla no inglesa! Un despiste así lo tiene cualquiera jeje.

Un saludo!

Seo dijo...

me llama mucho la atencion desde que oi mencionarla en la gala de los oscar

saludos

Dialoguista dijo...

Se agradece esta critica!!!! No habia leido nada aún de esta peli.
Habra que verla!!
Saludos!!

elprimerhombre dijo...

A mí me decepcionó un poco. Me gusta mucho más al principio, cuando vamos descubriendo los inicios del personaje, pero todo se desinfla mientras va avanzando la trama, o más bien, se me va repitiendo. Y eso que cuando lo vemos pasando entre las dos torres es un momentazo! Aún así es muy curioso el trato que se le da, como bien dices, a la hora de plantearlo como un thriller. Un saludo!