lunes, 11 de enero de 2016

CRÍTICA | LOBO (THEEB), de Naji Abu Nowar


El hombre es un lobo para el hombre
LOBO (THEEB), de Naji Abu Nowar
2 nominaciones a los Bafta. Candidata jornada a los Óscar 2016
Jordania, 2014. Dirección: Naji Abu Nowar Guión: Naji Abu Nowar y Bassel Ghandour Fotografía: Wolfgang Thaler Música: Jerry Lane Reparto: Jacir Eid, Hassan Mutlag, Hussein Salameh, Marji Audeh, Jack Fox Género: Aventuras. Thriller Duración: 95 min. Tráiler: Link
¿De qué va?: Mientras en Europa se suceden los combates de la Primera Guerra Mundial, un oficial británico y su guía irrumpen en mitad del desierto de Arabia con el objetivo de llevar a cabo una extraña misión. Hussein se ofrece a acompañar a los recién llegados por el terreno, a cuyas inclemencias habituales se añaden las amenazas de distintos asaltantes y grupos de revolucionarios y de mercenarios. Theeb, su hermano pequeño, acompaña a los hombres en un viaje que cambiará su vida.


Pocos habrían reparado en una cinta jornada si la Academia de Hollywood no la hubiera situado entre sus predilecciones de cara al próximo Óscar al mejor film de habla no inglesa. Ocurre muy de vez en cuando, pero en ocasiones hay que darle las gracias a los caprichos de la temporada de premios por descubrirnos títulos y cinematografías casi desconocidas. Theeb, la última joya encontrada a tiempo, es una película de aventuras en el sentido más puro del término, sin ñoñeces, sin diálogos de relleno, sin planificaciones escénicas espectaculares y sin subtramas que despisten al personal. Aquí sólo importa la pugna que se establece entre un niño y el desierto hostil en el que intenta sobrevivir. Parece poco, pero el impacto es considerable. La película no sólo sorprende por su impecable atmósfera (la orografía de sus escenarios convierte la historia en un western rocoso y exótico), sino por su inteligente acercamiento a los instintos humanos (sin desvelar demasiado al respecto, puede decirse que el film remite a la locución latina 'Homo homini lupus est'). Theeb es la película que rodaría Kiarostami si se decidiera a pisar los dominios del thriller con sangre, sudor y arena. También el título que hubiera podido facturar el Hollywood de antaño, el que se extiende desde Lawrence de Arabia y los peplums de turno hasta las aventuras intrascendentes de Indiana Jones, si sus prioridades fueran la síntesis y la descripción de personajes. El hombre, su capacidad de resistencia y su habilidad a la hora de hacer daño a propios y a ajenos, convertidos en el epicentro de una experiencia cinematográfica que se queda pegada a la piel. Muy recomendable.


Para buscadores de las mejores crónicas de supervivencia.
Lo mejor: Va al grano y no te suelta hasta el último minuto.
Lo peor: Su radicalidad espantará a algunos espectadores.

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