jueves, 17 de octubre de 2013

Crítica de THE CALL (911. LLAMADA MORTAL), de Brad Anderson

Brad Anderson ha tocado todas las teclas a lo que cine de terror se refiere. Puede que en su filmografía cueste encontrar ese título clave capaz de dar brillo a toda una carrera, pero la línea que recorren films tan honrosos como Session 9, El maquinista, Transsiberian y ahora The Call es más que coherente y destacable. Como en esas películas anteriores, The Call tiene la forma de un film pequeño, casi de tv movie de corto alcance, y aún así consigue lo que muchos otros no logran ni con un presupuesto mayor ni con un guion más complejo: dejar al espectador pegado a la butaca, totalmente concentrado en la trama mínima que se está contando en pantalla. The Call hereda parte de la efectividad y del efectismo de títulos recientes como Última llamada y Cellular: la premisa se repite, y la base del film está en el contacto telefónico que mantienen dos personas diferentes, una de ellas acechada por un asesino. Anderson da lo mejor de sí cuando se olvida de dar relieve emocional a sus personajes (el fin ni tiene ni necesita personajes) y entra en acción: a más kilómetros por segundo y más minutos de llamada, mejor. No convence el presunto problema de la protagonista, una teleoperadora de la línea de Urgencias 911 que es incapaz de superar su sentimiento de culpa tras no poder salvar a una joven meses atrás. Convence todavía menos cuando Berry abandona la sala de ordenadores e intenta reivindicarse como 'chica de guerra': quién diría que la ganadora más teatral del Oscar fue en su momento carne de chica Bond. Y al otro lado de la balanza, sí interesan sus coqueteos con la road movie sangrienta: el via crucis de una Abigail Breslin encerrada en el maletero de un psicópata de libro sube la tensión arterial de cualquiera. Vacía de contenido pero más trepidante de lo habitual. La primera 'americanada' de tomo y lomo del señor Anderson que a falta de mejores propuestas está entre lo mejor del cine de terror del año.


 Para los que se preguntan qué y quién se esconde al otro lado del hilo telefónico.
Lo mejor: Funciona 'como un tiro'.
Lo peor: Ganaría sin la parte explicativa del inicio y sin sus diez últimos minutos, demasiado descabellados.


Nota: 6

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