miércoles, 6 de mayo de 2015

CRÍTICA | LA FAMILIA BÉLIER, de Eric Lartigau


Familias campestres
LA FAMILIA BÉLIER (LA FAMILLE BÉLIER), de Eric Lartigau
Premio César a la mejor actriz revelación
Francia, 2014. Dirección: Eric Lartigau Guión: Victoria Bedos, Thomas Bidegain y Eric Lartigau Fotografía: Romain Winding Música: Evgueni Galperine y Sacha Galperine Reparto: Louane Emera, Karin Viard, François Damiens, Luca Gelberg, Roxane Duran, Eric Elmosnino, Ilian Bergala, Clémence Lassalas, Bruno Gomila, Mar Sodupe Duración: 105 min. Género: Comedia familiar Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 24/04/2015
¿De qué va?: Paula tiene 16 años, y tanto sus padres como su hermano pequeño son sordomudos. Al ser la única que puede hablar y escuchar, Paula, a pesar de su temprana edad, es el pilar sobre el que descansa la granja familiar. Aunque llega al instituto agotada, a pesar de no tener un momento de intimidad o un fin de semana libre, su carácter infatigable le llevará a apuntarse a un coro. Paula, acostumbrada a vivir rodeada de silencio, descubre que tiene un don para cantar. A partir de ese momento, se marcará un nuevo reto en su ajetreada agenda: participar en un certamen radiofónico con el objetivo de ganar una beca de estudios en París.


Hay que irse a los confines de la memoria para evocar esas películas españolas (para el resto de los mortales, 'españoladas') que tenían como única función promocionar a su cantante-protagonista: de Raphael a Manolo Escobar, hasta llegar más recientemente a la primera hornada de 'triunfitos' o a esa película imbuida por el espíritu de José Luis Moreno que protagonizaba la 'antes muerta que sencilla' María Isabel. No es que queramos dar el cante (que también)... la cuestión es que tras visionar La familia Bélier, uno de los fenómenos en la taquilla francesa de la pasada temporada, es imposible no volver la vista atrás y recordarse de esas ficciones histriónicas que únicamente querían ensalzar las virtudes de su artista en ciernes. Louane Emera, la joven protagonista de la película, podría sumarse a la lista anterior: fue la ganadora de La voz gala y el film le permite demostrar sus dotes vocales en una historia con formas de cuento blanco para toda la familia. Puede sonar a exageración, pero en La familia Bélier el objetivo primordial es asistir a una audición para Radio France (¿la radio no se ha quedado muy antigua en tiempos de Spotify?): igual, vaya, que ese En un mundo nuevo setentero diseñado para obra y gracia de la eurovisiva Karina.


Con estas referencias, puede parecer que La familia Bélier es una película desfasada. En esencia lo es, pero (y aquí radica la diferencia entre nuestro timorato cine español y la hábil cinematografía del país vecino) consigue vendernos gato por liebre. El film apuesta por una 'familia sordomuda granjera', un marco que garantiza momentos más o menos inéditos: la adolescente protagonista, la única que puede escuchar y hablar, se convierte así en el eje de la convivencia familiar, incluso en los contextos más comprometidos (véase esa surrealista visita al ginecólogo). En resumidas cuentas: a simple vista no lo parece, pero la perversión de esquemas es mínima, aunque resultará suficiente a ojos del público que llena los multisalas europeos. Es lo que tiene la maquinaria del cine francés: cuando no saben responder con un revés artístico, contraatacan con una estrategia comercial de orquestración perfecta. Es una lástima que el film no se interese por las problemáticas pedagógicas, políticas, sociales y laborales que apunta en algunos momentos, pero sus intenciones son menores (también su resultado): evadir al personal con una estampa quesera más bucólica de lo que debería. Vaya, que es imposible no sentir cierto cariño por un producto que ni hiere a nadie ni quiere aspirar a ser lo que no es. Eso, evidentemente, a pesar del ligero toque a naftalina.


Para los que defienden a capa y espada aquello de que 'la familia unida...'
Lo mejor: Viard y Damiens parecen sordomudos de nacimiento.
Lo peor: Su nula capacidad de riesgo.

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