lunes, 13 de junio de 2011

Una película incómoda: Crítica de LA VERGÜENZA

Es poco común encontrar películas españolas de la intensidad, la claustrofobia, el guión tan bien enlazado de La vergüenza. Esta es una historia que nos obliga a plantearnos muchas cuestiones: es una película política que viene a destapar todas aquellas cosas que no decimos por medio y vergüenza, pero que pensamos, sentimos y sufrimos cada día. Una escenografía estudiadísima, una economía de medios impecable para tratarse de una ópera prima y una gran dirección de actores (Alberto San Juan se come la pantalla) convierten a La vergüenza en una de las películas locales más atractivas del 2010, la deuda pendiente que tenía pendiente este blog tras haber visionado todos los títulos de los Goya 2010. Dos padres dudan en devolver a su hijo adoptado Manu, un niño peruano de ocho años, nacido en una familia desestructurada y con un pasado de hogares de acojida a sus espaldas. El tema de por sí resulta inquietante, muy lejos de la estampa de felicidad familiar que parece rodear cualquier proceso de adopción. La película se convierte con esta premisa en una especie de relato de violencia doméstica que nos obliga a replantearnos muchas cuestiones y que logra incomodarnos desde los sillones de nuestros hogares. Una historia subversiva, de diálogos tensos, de pequeñeces caseras que esconden grandes problemáticas sociales. Por momentos el debutante David Planell fuerza las costuras de su historia y no acaba de funcionar la trama que concierne a Rosa, la mujer que ayuda al matrimonio en las tareas del hogar, pero el recurso sí funciona para que el mensaje, la moraleja de La vergüenza llegue con la fuerza de una sacudida honda (en el film, una metafórica fuga de agua para sellar la calma precedida de tanta contención y tormenta). El llamado cine social español debería seguir la senda de películas como esta: propuestas de una coherencia visual indudable, la mano firme de un realizador que sabe qué historia quiere contar y cómo abordarla, y un discurso moderno capaz de plantear interesantes debates. Nos falta contexto para saber hasta qué punto el film es fiel a los costosos procesos de adopción, aunque sí resulta totalmente cercana la descripción de la generación nacida a finales de los 70 - principios de los 80, hijos de la Transición, que en el fondo siguen siendo niños escondidos en el cuerpo y tomando responsabilidades de mayores. Aunque no es una historia de buenos o malos: todos los vértices del triángulo merecen su segunda oportunidad. Con el permiso de Tres dies amb la família, la justa ganadora del Festival de Málaga 2010.


Nota: 7'5

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Curiosamente he visto esta pelicula ayer, y concordo contigo en todo que dices. También concurre para el suceso de la peli las actrizes secundárias de Marta Aledo y Norma Martinez, que dan un bello suporte a la pareja principal. Saludos!
Marco, desde Brasil

BeaClane dijo...

Siento un cariño especial por Alberto San Juan, ayer estuve hablando con él en persona y es un ser excepcional además de gran actor. En "Bajo las estrellas" me enamoró y sin duda no perderé la oportunidad de ver esta gran película según me hace ver tu crítica. Me ha gustado mucho, fantástico de verdad.

¡Un abrazo!

Marcelo Cafferata dijo...

Que ganas de verla !!!!!!
Y con lo dificil que lleguen a la Argentina peliculas como esta!
Espero encontrarla.
Gracias por la critica.