martes, 18 de noviembre de 2014

CRÍTICA | EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS (LE MERAVIGLIE), de Alice Rohrwacher


Comunidades y colmenas
EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS (LE MERAVIGLIE, THE WONDERS), de Alice Rohrwacher
Festival de Cannes 2014: Gran Premio del Jurado. Festival de Sevilla: Premio especial del jurado
Italia, 2014. Dirección y guion: Alice Rohrwacher Música: Piero Crucitti Fotografía: Hélène Louvart Reparto: Maria Alexandra Lungu, Sam Louwyck, Sabine Timoteo, Monica Bellucci, Agnese Graziani, Alba Rohrwacher Género: Drama Duración: 110 min. Fecha de estreno en Italia: 22/05/2014 Tráiler: Link
¿De qué va?: En mitad de la naturaleza, en una granja destartalada, una peculiar familia formada por un padre autoritario, una madre cansada y sus cuatro hijas se dedican a la producción de miel. Gelsomina, la hija mayor, asiste al deterioro del matrimonio de sus padres, y a su vez sueña con marchar de Umbría y llevar una vida como la de una adolescente normal de su edad. La llegada de Martín, un niño con un historial delictivo a sus espaldas, y la celebración de un programa de televisión moviliza a las gentes de la región. Pistas, quién sabe, de que tal vez la vida salvaje que impone el patriarca ya no puede sostenerse por más tiempo.


El nombre de Alice Rohrwacher fue una de las sorpresas del último Festival de Cannes, ya que casi todos los presentes, curiosos y analistas desconocían su obra previa (apuntalada, sobre todo, en su ópera prima: Corpo Celeste). Le meraviglie terminó siendo una de las beneficiadas del palmarés, y desde mayo ha protagonizado un periplo sin fin por los certámenes más destacados de medio mundo. Cuesta adivinar qué vió en ella el comité seleccionador de Cannes para incluirla en Sección Oficial y qué atractivos encontró el jurado que presidía Jane Campion para justificar su presencia en el podio de ganadores, pero sea como sea, merezca o no Rohrwacher los honores que ha recibido durante este 2014, Le meraviglie es un cuento curioso con una atmósfera realmente lograda, a medio camino entre el cine social, el onirismo y el surrealismo de vinculación felliniana. Un film, vaya, que merece toda nuestra atención.


Rohrwacher impone su visión femenina e intimista en una película que podría describirse como una exposición de dos Italias en peligro de extinción: la rural, representada en una familia que se rige por un insostenible modelo de vida (en general, marcado por un rechazo de los principios de la modernidad: ausencia de cualquier indicio tecnológico, vida en paralelo a los sistemas públicos de sanidad y educación, etc.); y la mediática, clara reminiscencia a las fórmulas circenses que acuñó Berlusconi, que aquí aparece citada con un programa de talentos que remite a tiempos del cartón piedra (detalle, además, que conecta con la visión deshumanizada, carnavalesca, incluso ditirámbica, de la Italia de nuestros días que reflejan films recientes como Viva la libertà, La gran belleza o Reality). Rohrwacher no llega a tener la precisión y la agudeza de Garrone y Sorrentino, pero se mueve en un terreno coetáneo: la crónica aparentemente ligera de una rutina que agoniza


En resumen, Le meraviglie es una película con cierta magia que puede motivar interesantes reflexiones sobre los núcleos familiares y sus funcionamientos (en este sentido, también puede emparentarse con Vie sauvage (Vida salvaje) de Cédric Kahn, film que pudimos ver en San Sebastián). El futuro dirá si Rohrwacher es fruto de una primavera cannois o una artista a tener en cuenta. De momento, Le meraviglie ha servido para insuflar energía al hasta hace poco alicaído cine italiano. Eso, aunque el film diste de ser esa maravilla que promete su título.


Para amantes de las películas 'en las no sucede nada y acontece todo'.
Lo mejor: La gran dirección de actrices.
Lo peor: Nunca concreta su discurso.

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