lunes, 15 de febrero de 2016

CRÍTICA | EL ABRAZO DE LA SERPIENTE, de Ciro Guerra


Cine chamánico
EL ABRAZO DE LA SERPIENTE, de Ciro Guerra
Festival de Lima y Mar de Plata: Mejor película. Festival de Cannes: Quincena de Realizadores. Festival de San Sebastián: Horizontes latinos. Nominación al Óscar y al Independent Spirit Award a la mejor película de habla no inglesa
Colombia, 2015. Dirección: Ciro Guerra Guión: Ciro Guerra y Jacques Toulemonde Fotografía: David Gallego Música: Nascuy Linares Reparto: Brionne Davis, Nilbio Torres, Antonio Bolívar, Jan Bijvoet, Nicolás Cancino, Yauenkü Migue, Luigi Sciamanna Género: Aventuras Duración: 125 min. Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 19/02/2016
¿De qué va?: Karamakate, un chamán indígena, fue testigo de la destrucción de su pueblo y ahora se esconde en las profundidades de la selva amazónica. Evan, un etnobotánico occidental, recurre a su ayuda para encontrar la yakruna, una planta de propiedades mágicas. Ambos se embarcan en una travesía fluvial que les permitirá reencontrarse contigo mismos. En paralelo, conoceremos las aventuras del último explorador que décadas atrás inició el mismo viaje en busca de la yakruna.



Los que se hayan acercado a la literatura colonial y a las crónicas de indias saben que el descubrimiento del Nuevo Mundo discurre en un doble plano: el científico-histórico y el mágico-ficcional. El abrazo de la serpiente es muy fiel a esa dualidad, y ello le permite ser una película que se disfruta como recreación y como fabulación, como documento etnográfico y como épica fantástica. Con un blanco y negro que subraya la belleza del Amazonas, la película se plantea como una confrontación y convivencia de la figura del explorador y el indígena: el primero siente fascinación por el mundo que se abre ante sus ojos, mientras que el segundo responde con desconfianza ante la amenaza que supone la llegada del colono. Además, El abrazo de la serpiente despliega una bella historia sobre la amistad, la fidelidad a unas raíces y la influencia del hombre blanco en los pueblos recónditos de Suramérica. Ciro Guerra ofrece una experiencia entre clásica y 'arty', apócrifa y en el fondo tremendamente original. Con todo, será difícil que el espectador del S. XXI aprecie el misticismo del film: para unos, su visionado tendrá efectos sanadores, pero otros se sentirán muy lejos de sus referentes culturales. Quien escribe sintió verdadera fascinación durante la primera parte, pero no conectó con su segundo tramo. Sea como sea, El abrazo de la serpiente amplía las miras de un cine iberoamericano que no deja de sorprendernos.


Para perderse en los parajes más salvajes del Amazonas.
Lo mejor:
No se parece a ninguna otra película de la temporada.
Lo peor: Es más bella que emotiva, y eso juega en su contra.

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