martes, 18 de septiembre de 2012

Mismo cuento, nuevas formas: Parte 2: Crítica de BLANCANIEVES Y LA LEYENDA DEL CAZADOR

Y ya van dos. La Blancanieves de Rupert Sanders, más fiel al cuento original que la de Singh, se sirve de la moda reciente de films de ambiente fantástico-medieval para traer a una audiencia nueva el cuento de toda la vida. Al ver la cinta no queda duda de que algo preocupante está sucediendo en los despachos de Hollywood y que Crepúsculo se ha impuesto como el modelo visual y narrativo a seguir. Eso ya afectaba a Los juegos del hambre y estaba, aunque menos presente, en Blancanieves (Mirror, Mirror), film que en contra de la opinión predominante me parece mejor a esta Blancanieves y la leyenda del cazador. Sanders ha hecho una película bella por fuera y hueca por dentro. Impresionan los efectos especiales y la estética gótico-emo es espectacular. Ahora bien: al morder la manzana la fruta resulta estar envenenada. Tanto Sanders como Singh han olvidado que Blancanieves es la historia de una rivalidad femenina y de la lucha frívola, muy recurrente en los tiempos que corren, por preservar la belleza a toda costa, o a costa de empobrecer a todo un pueblo. Singh ha hecho una película infantil y Sanders se ha centrado en un público juvenil. Ambas películas funcionan por la personalidad de sus malas, y paradójicamente ninguna de ellas concede ni a Roberts ni a Theron el peso que deberían tener en la historia. En la de Singh eso se traduce en un producto Disney poco vivo. Y en el film que nos ocupa eso da un film oscuro, pero de esa oscuridad accesible que ni inquieta ni interesa. El gran problema de Blancanieves y la leyenda del cazador es Kristen Stewart, una actriz limitadísima que no convence en ninguno de los palos que toca. Por eso lo más estimulante de la propuesta está en las cuatro paredes del palacio, con una Charlize Theron haciendo muecas y aspavientos: da la sensación de que la actriz no solo se ha divertido sino de que era consciente de que la película era mala. Qué lástima que las dos Blancanieves norteamericanas hayan rebajado la erótica del malo, la malvada madrastra para más señas, para ofrecer a los pequeños de la casa, vayan al 'cole' o al 'insti', un pasatiempo efímero. En Blancanieves y la leyenda del cazador sobraban las espadas: hubiese estado mejor ver a las dos divas de la belleza arañándose con las uñas, estirándose de los pelos, revolcándose por el fango y destrozando trono, corona, cetro y castillo. En pocas palabras: más cutrez y menos poesía heredera de la Tierra Media y alrededores. El primero en caer debería ser el espejo, obviamente defectuoso si considera la blancura vampira de Stewart más bella que la de la gran Theron. Lo mejor de todo ello es que una y otra han dejado el listón muy bajo para la Blancanieves española de Pablo Berger.


Nota: 3'5

2 comentarios:

Anónimo dijo...

BLANCANIEVES ES MI PRINCESA FAVORITA!

Anónimo dijo...

YO CONOZCO ESTAS BLANCANIEVES Y ESTAS MALVADAS MADRASTRAS DE BLANCANIEVES:
DISNEY(1937).
JETLAG PRODUCTIONS Y GOODTIMES ENTERTAINMENT(1995).
KRISTEN STEWART Y CHARLIZE THERON(2012).
LILY COLLINS Y JULIA ROBERTS(2012).
TARYN DAVIS,MONICA KEENA Y SIGOURNEY WEAVER(1997).
ELIZABETH MCGOVERN Y VANESSA REDGRAVE(1984).
DIANA RIGG,NICOLA STAPLETON Y SARAH PATTERSON(1987).
KRISTIN KREUK Y MIRANDA RICHARDSON(2001).