jueves, 9 de junio de 2011

Las películas de mi padre: Crítica de LE PÈRE DE MES ENFANTS (EL PADRE DE MIS HIJOS)

A Marcel: si t'ha agradat la pel·lícula, segur que t'entusiasmarà la també francesa Las horas del verano (Olivier Assayas, 2008).  Ja em diràs. Bon estiu!

LA VIDA Y EL CINE
En los títulos de crédito de Le père de mes enfants, un París en plena actividad ve cómo los coches inundan las carreteras y cómo la gente llena las aceras mientras los carteles de dos películas francesas, Parlez-moi de la pluie y L'empreinte de l'ange, se insertan en el mobiliario, la estética, la esencia de una ciudad que es un icono cinematográfico. Efectivamente, la película habla del séptimo arte en un juego de 'cine dentro del cine' nunca visto hasta ahora. Los fotogramas de Le père de mes enfants están repletos de carteles de películas, algunas reales, otras ficticias, para establecer un curioso homenaje al cine como modo de vida y modo de ver la vida. Ya casi nadie se atreve a hacer películas para los cinéfilos, con sus referencias, con sus homenajes, describiendo el cine como oficio, mostrando la vida que antecede a las imágenes en la pantalla grande, las personas que se esconden detrás de los nombres que leemos en los títulos de crédito; Le père de mes enfants toma ese riesgo y logra una película muy comedida, sobria, dividida en dos partes de simbólica vida y muerte, sustentada en el diálogo, nada evidente en sus momentos dramáticos y capaz de lograr una complicidad increible con el espectador a la hora de describir el hogar de una familia cualquiera con un patriarca de profesión peculiar: la de producir films, mirando más por el arte que por la economía. Las películas como objetos y como hijos, el cine como excusa y como todo,  la familia y el cine como partes a veces incompatibles de una misma existencia, una dirección de actores espléndida y un auténtico festín para aquél que se considere cinéfilo: puede que a Le père de mes enfants le pierdan ciertos subrayados, y aún así es uno de los pocos films que nadie debería perderse de este 2011. Es una película que da para muchas más líneas y posts, pero es mejor que lleguen vírgenes al film para disfrutarlo en toda su dimensión. Sólo diré que es de esas historias que quizás no impactan desde el primer momento pero que devienen casi imprescindibles cuando las vuelves a ver varias veces. Mia Hansen-Love hizo Le père de mes enfants como tributo al productor de su anterior proyecto, muerto de forma inesperada; ahora el cine debería acordarse de la película y hacer que esa Moon Films que en la ficción se debate entre la ruina y el drama familiar sea una realidad. Eso para completar las relaciones entre la vida (por, para, en) y el cine.


Nota: 7'5

2 comentarios:

Daniel Bermeo dijo...

Me la apunto! Suena muy interesante y el cine francés me encanta... =)

Cyllan dijo...

La tenía apuntada y la veré seguramente pero eso que dices de "es de esas historias que quizás no impactan desde el primer momento pero que devienen casi imprescindibles cuando las vuelves a ver varias veces" me tira un poco para atrás. Las veces que me ha pasado eso con un film las cuento con los dedos de una mano. Si no me llega en la sala, después difícil.