martes, 3 de julio de 2012

CLÁSICOS MODERNOS: DRÁCULA DE BRAM STOKER, de Francis Ford Coppola

A Cristian

Amor y colmillos
DRÁCULA DE BRAM STOKER (BRAM STOKER'S DRACULA), de Francis Ford Coppola (EE. UU., 1992)
¿De qué va?: Cuatro siglos atrás, el conde Drácula perdió a su amada Elisabeta. Jonathan Harker, un joven abogado londinense, viaja hasta el castillo del conde para hacer efectiva la compra de diez inmuebles en la capital inglesa. Drácula anima a Jonathan a quedarse en su mansión un mes para que le instruya en las costumbres inglesas, pero en Inglaterra Mina Murray, la futura esposa de Jonathan, ansía el regreso de su amado. La curiosidad que Drácula siente por Mina al ver una fotografía suya será el detonante de una trama alocada, gótica y terrorífica en la tendrán un papel muy importante Lucy, la amiga rica de Mina, y Van Helsing, un médico especializado en enfermedades venéreas y todo lo relativo a la sangre.
Palmarés: Oscar al mejor vestuario, maquillaje y efectos de sonido, y nominación a la mejor dirección artística. 5 Saturn Awards de 10 nominaciones: mejor película, director, actor protagonista, guión y vestuario. 4 nominaciones al Bafta. Fotogramas de Plata a la mejor película extranjera del año 1993.


El dato: Drácula de Bram Stoker es considerada la película más fiel al libro, un dato importante si tenemos en cuenta que más de un centenar de películas de distintos autores, nacionalidades y épocas han recurrido de forma directa o indirecta al interesante personaje del conde Drácula. La fascinación por el mundo vampiro es un fenómeno muy actual, inicado con el film sueco Déjame entrar, seguido con la serie True Blood y popularizado por la descafeinada saga de Crepúsculo. Gary Oldman también es considerado el mejor Drácula de la historia del cine: el actor evocó el acento de un vecino de su infancia para modular su voz e imitar el acento rumano, se leyó el libro varias veces y animó a Coppola a repetir varias escenas en infinidad de ocasiones. Pese a este esfuerzo, la Academia de Hollywood no lo propuso para el Oscar: de hecho, este año con El topo ha logrado su primera nominación. Antes de entrar en su proceso de post-producción la película ya era un quebradero de cabeza para la productora Warner: Coppola quería que las diablesas que habitaban el castillo del conde estuviesen desnudas y los productores se opusieron, y la excesiva violencia de la película obligó a recortar 20 minutos de metraje en el montaje final del film ante las malas críticas tras las primeras proyecciones. Al final director y productores acabaron satisfechos: los 40 millones de presupuesto generaron unos excelentes beneficios hasta alcanzar los 215 millones de recaudación mundial. Coppola ha vuelto al género de terror con su última película: Twixt. El papel de Keanu Reves fue propuesto a Leonardo DiCaprio (antes de Titanic) y Brad Pitt (pocos meses después de finalizar el rodaje de Telma & Louise). La película es parte importante de la carrera de Winona Ryder: en apenas 5 años estuvo en esta, Mujercitas, La edad de la inocencia, La casa de los espíritus y Eduardo Manostijeras entre otras. Reeves se volvió a ver las caras con otro personaje mítico, en este caso el mismísimo diablo que daba vida Al Pacino en Pactar con el diablo. Y precisamente Pacino fue el actor ganador del Oscar ese año por el invidente de Esencia de mujer. La canción principal del film fue compuesta por la artista escocesa Annie Lennox. Y el diseño de vestuario corrió a cargo de la iconoclasta Eiko Ishioka, responsable del vestuario de todas las películas del indio Tarsem Singh, directora del videoclip Cocoon de Björk y responsable de arte de la gala de inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín. Ishioka murió antes de ver finalizado sus creaciones para la película Blancanieves (Mirror, Mirror), estrenada este año.


Valoración: Drácula de Bram Stocker es una película libre, rebelde, kitch, excesiva, fascinante... Coppola realiza un ejercicio de estilo visual y narrativa intrincada que 20 años después conserva su belleza gótica y cierta melancolía amorosa. Radical y rotunda, violenta y atractiva. Sume en un estado de ánimo entre la ensoñación y el horror, lo irreal y lo físico. Obviando sus posibles conexiones con la novela, Coppola crea una película que discurre indomable, a punto de caer en el sinsensido y al borde del despropósito. Es una película arriesgada, y Coppola, como los grandes genios, demuestra dominar los entresijos de todos los géneros cinematográficos: las transiciones de las escenas y ciertos juegos visuales creados en la sala de montaje atraen y repelen, incitan al asco y a la hipnosis. Una película barroca y alambicada, pero ante todo personal. Cualquier cinéfilo que ame el cine sentirá una inevitable atracción por los mundos malsanos que propone Coppola. Título de culto no apto para todos los paladares. Incluso en sus peores momentos las imágenes de Drácula de Bram Stoker rezuman riesgo, verdad, originalidad y cine por los cuatro costados. Puede que no sea una obra maestra, pero sí es la obra de un maestro.
La escena:


Nota: 8'5

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2 comentarios:

Manuel Márquez dijo...

La ví en pantalla grande,con ocasión de su estreno, y después la he revisado en varias ocasiones, en pantalla pequeña: en ninguna de las ocasiones me ha defraudado lo más mínimo. Visualmente tremenda y narrativamente, muy conseguida. Coppola habrá flojeado en otras cintas; en ésta, desde luego y rotundamente, no...

Un abrazo y hasta pronto.

manipulador de alimentos dijo...

'¿Cómo puede el director de 'Drácula', por muy autoreferenciadora y coñera que sea, revisitar con 'Twixt' el género hoy tan de moda y que él elevara a tal altura?