viernes, 23 de noviembre de 2012

OSCAR RANKING: PROTAGONISTA O SECUNDARIO, ESA ES LA CUESTIÓN

La gente que va al cine, esa que a principios de año diseña su calendario de visionados según 'los premios' conseguidos por las cintas de estreno, sabe que un actor o actriz 'gana el Oscar', pero quizás desconozcan que antes de que eso se produzca los artistas 'son promocionados' al Oscar. En los Academy Awards es tan importante hacerse ver en la gran pantalla (léase: hacer una buena interpretación) como insistir a los votantes sobre las bondades de un papel (o sea: hacerse ver). Streep se basta sola para justificar su tercer Oscar por La dama de hierro, pero nadie puede negar que en ello tuvo mucho que ver la campaña que realizaron los Weinstein a favor de la actriz. Hay campañas de publicidad descaradas (las autofotos que pagó y distribuyó 'a su manera' Melissa Leo con motivo de The Fighter), hay campañas 'soterradas' (los Weinstein son unos ases en esto) y hay campañas que están aunque no se notan (este año sin ir más lejos Tan fuerte, tan cerca logró lo imposible).

Anthony Hopkins por El silencio de los corderos es el ganador del Oscar al mejor actor con menos minutos en pantalla (apenas un cuarto de hora). Pese a esto, difícilmente hubiera podido cursar como secundario debido a la importancia de su personaje en toda la trama. De hecho, Sucedió una noche, Alguien voló sobre el nido del cuco y El silencio de los corderos son las únicas películas ganadoras de los llamados cinco premios Oscar más importantes: película, director, guión y actor y actriz protagonista. Además de esos tres casos, muy pocas veces en los Oscar se ha premiado a los dos protagonistas de un film: Peter Finch y Faye Dunaway por Network (Un mundo implacable), Henry Fonda y Katharine Hepburn por En el estanque dorado o Jack Nicholson y Helen Hunt por Mejor... imposible son las excepciones.
En esa campaña influye muchísimo la doble distinción de 'protagonista' y 'secundario'. Los académicos votan a sus actores favoritos en la categoría que quieren: queda, por lo tanto, a la libre intuición o gusto personal el poner a un actor en 'leading role' o en 'supporting role'. Dicho de otro modo, es posible que un actor perdiese la nominación por tener votos como protagonista y secundario, pero que al computar por separado unos y otros no se obrase el milagro. Así hasta cubrir todas las combinaciones que se puedan imaginar. Eso sí: desde esas campañas publicitarias se 'redirige' el voto hacia una u otra categoría de las dos posibles. Los Oscar, por lo tanto, incluso antes de proceder al envío, ahora ya electrónico, de las papeletas a los votantes, se decide en los despachos de muchas productoras y distribuidoras. Y en el mundo de la publicidad cualquier estrategia es válida: a veces promocionar a dos protagonistas en su categoría natural (pensemos en el dúo Davies-Sarandon de Thelma & Louise) implica perder de antemano el premio por una razonable división de votos, y en ocasiones aplicar el mismo molde (pensemos en el dúo Benning-Moore de Los chicos están bien) implica ganar una nominación (la de Benning) y perder otra (la de Moore).

No hay nada casual en la confección de los 20 intérpretes nominados en cualquiera de las 4 categorías existentes. A lo que también entra en juego otra duda ya menos difícil de resolver: ¿dónde están los límites entre 'lo protagonista' y 'lo secundario'? Vayamos más lejos: ¿para cuándo un Oscar a la mejor interpretación novel, partiendo de la base que los noveles siempre tienen más complicado el acceso a la estatuilla? Y por qué no: ¿Oscar a la mejor interpretación 'terciaria'? (premio que habrían ganado sin problema Mariah Carey por Precious, Winona Ryder por Cisne negro y Adrien Brody por Midnight in Paris en los últimos tres años). ¿Y mejor elenco a imagen y semejanza de los SAG?

¿Qué hacer cuando la película que tenemos entre manos es descaradamente coral? En la historia del Oscar hay muchísimas estrategias internas. Lo más habitual es que el apartado de 'secundario' sea un contenedor de gran parte de las interpretaciones del film. Las mujeres ganan en estos casos: Chastain y Spencer fueron ambas nominadas por Criadas y señoras, Adams y Leo por The Fighter, Adams y Davis por La duda, Zeta Jones y Latifah por Chicago y Mirren y Smith por Gosford Park, solo por citar los casos más recientes. Además, ese doblete no implica una división de votos: de los apuntados, Spencer, Leo y Zeta-Jones ganaron sin problema la estatuilla. Con los hombres no suele ser tan habitual: Dafoe y Berenguer pelearon por Platoon, Gazzo y Strasberg por El padrino 2 y triplete de Caan, Duvall y Pacino por El padrino. En la foto, Nicole Kidman por Las horas, la única que fue promocionada como protagonista por el film de Stephen Daldry. ¿Resultado? Julianne Moore fue nominada como secundaria y Meryl Streep hizo lo suyo no por Las horas sino por Adaptation: el ladrón de orquídeas. Las tres ganaron en el Festival de Berlín ex-aequo el premio a la mejor actriz.
Fijémonos en algunos ganadores 'protagonistas'. Nicole Kidman en Las horas tiene tanta presencia y minutos en pantalla como sus compañeras de reparto (Julianne Moore peleó como secundaria), pero la transformación física de la actriz y el peso de su personaje (nada menos que la escritora Virginia Woolf) la convierten en el eje de la historia. Algo parecido sucede con Forest Whitaker en El último rey de Escocia: el verdadero protagonista es el periodista que da vida James McAvoy, pero toda la trama se dirige al dictador que interpreta Whitaker. Y algunos pusieron en duda el protagonismo de Kate Winslet en The Reader (ganó mejor actriz secundaria en los Globos de oro), aunque es suficiente con recordar la película para darse cuenta que Hanna Schmitz es el motor de la historia incluso en los momentos en los que no aparece en pantalla.

La lista de secundarios premiados da todavía más juego. Un motivo podría ser el hecho de que el Oscar, por una parte, ha valorado históricamente los papeles dramáticos en detrimento de los cómicos; y por otro, que los roles cómicos siempre han quedado reducidos a una dimensión 'testimonial': pensemos en Hattie McDaniel por Lo que el viento se llevó y Whoopi Goldberg por Ghost, dos afroamericanas premiadas, secundarias de aportación claramente cómica (de 'distensión de la trama') en películas dramáticas. Algo parecido explica por qué Kevin Kline, genial en Un pez llamado Wanda, ganó el Oscar como parte del reparto del film cuando no costaría considerarle el 'protagonista moral' de la película pese a su marcado tono coral. Kline seguramente no hubiera ganado el premio de haber concurrido como protagonista. En este sentido, solo Jack Nicholson y Helent Hunt por Mejor... imposible marcan 'la excepción reciente que confirma una regla que viene de lejos'. Una prueba más es el Oscar de Reese Witherspoon, que por cantar y defender el drama de En la cuerda floja ganó cuando Kidman por Moulin Rouge y Zellweger por Chicago, ambas por películas más destacadas, ambas 'actrices y cantantes', y ambas 'un peldaño' por encima de la interpretación de Witherspoon, no ganaron por el hecho de defender 'una comedia', aunque, como en el caso de Zellweger, esa comedia fuese la mejor película del año.

Los Oscar están llenos de decisiones muy discutibles. Haley Joel Osment fue presentado como secundario por El sexto sentido cuando su papel era tan relevante como el de Bruce Willis. En relación a los niños, la Academia tiene una extraña obsesión por promocionarlos como secundarios siempre que un adulto tiene posibilidades por la misma película (caso Hunter-Paquin en El piano) o incluso cuando ese pequeño es el absoluto protagonista de la cinta (Steinfeld fue secundaria por Valor de ley, mientras que Castle-Hughes fue protagonista por Whale Rider). Parece, en definitiva, que los niños siempre quedan reducidos a los apartados secundarios al tener más posibilidades, mientras que los apartados protagonistas quedan reservados para actores con una larga carrera a sus espaldas.
Si repasamos la lista de secundarios ganadores de los últimos años nos daremos cuenta que se valora 'el protagonismo de los secundarios'. Difícilmente una buena actuación sin mucha presencia acaba en Oscar, si bien Judi Dench se alzó con el Oscar por aparecer solo 8 minutos en Shakespeare in love. Paquin era secundaria en cuanto Hunter tenía más escenas en El piano, lo mismo para Jolie respecto Rider en Inocencia interrumpida, y otro tanto para Mo'nique y Sidibe en Precious: por lo demás, tanto las que cursaban como protagonistas como las presentes en secundarias tenían el mismo 'impacto' en la audiencia. Recientemente hablando de cine con unos amigos casi todos hablaban de El paciente inglés mencionando únicamente a Binoche, como si la francesa fuese la protagonista de la cinta de Minghella. Obviamente lo es, digan lo que digan los Oscar: la necesidad y el deseo de ganar el premio tiene estas cosas.

Todavía hay más. En Poderosa afrodita Mira Sorvino es más protagonista que Helena Bonham Carter, pero el hecho de que la segunda no presentase ninguna posibilidad de premio no motivó a los distribuidores a promocionar a Sorvino en la categoría reina. Lo mismo sucede con Gay Harden en Pollock respecto Jennifer Connelly. Kevin Spacey en Sospechosos habituales, George Clooney en Syriana y Rachel Weisz en El jardinero fiel trascienden la 'actuación secundaria', pero pese a no contar con un contrapunto protagonista sería difícil ponerlos en el ring de los protagonistas. Y luego hay casos que claman al cielo: promocionar a Hailee Steinfeld como secundaria por Valor de ley siendo el eje femenino de la historia es directamente un 'engañabobos'

¿Es el Oscar a intérprete secundario un premio menor respecto su análogo protagonista? La historia de los Oscar nos dice que habitualmente los ganadores en apartados secundarios acaban siendo nominados e incluso ganando como protagonistas en años posteriores y no al revés: ese es el esquema que cumple, por ejemplo, Meryl Streep, primero premiada por Kramer contra Kramer y luego como cabeza de cartel de La decisión de Sophie en apenas tres años de diferencia. Dianne Wiest ha ganado dos Oscar pero siempre como secundaria gracias a Hannah y sus hermanas y Balas sobre Broadway: ¿sirve ese detalle para negarle la importancia de otras actrices con dos premios en calidad de protagonista? Aquí tiene especial importancia el nombre de Woody Allen, que ha dado muchas nominaciones a sus secundarios, al menos en mayor medida que a sus protagonistas, casi siempre mujeres: ganaron Sorvino, la propia Weist o Cruz (en la foto).
En definitiva, tras esos 'the nominees for best actor/actress in a leading/supporting role' hay muchos tejemanejes difíciles de saber 'desde fuera'. La historia de los Oscar es extensa y cada cinéfilo podría citar su nominado o no nominado favorito, o su 'interferencia' más destacable en los apartados interpretativos. En los Globos de oro, los SAG y los Oscar lo 'protagonista' o 'secundario' fluctúa. Muchos actores han recibido premios distintos (uno de los dos posibles) por una misma película. Delimitar quién es el protagonista de la película 'x' suele ser una operación bastante fácil y en la mayoría de los casos 'no admite duda', pero el mecanismo de la temporada de premios y las normas internas de los Oscar son propensas a la trampa y a la ambigüedad. Vemos 'películas' y 'actuaciones' sin pensar en qué categorías podrían ubicarse en los Oscar, y de la misma manera es difícil creer que un cineasta es consciente de estar haciendo o de querer hacer un film 'de Oscar' (hacer 'una buena película' es la primera máxima). Pero una vez las obras están terminadas y llegan a las salas se pone en marcha la maquinaria del Oscar. Y créanme: en ese mecanismo ser protagonista o secundario es 'la cuestión fundamental'.

1 comentario:

domive dijo...

Gran post! La verdad es que si tiene mucha importancia lo de protagonista-de reparto. En actriz protagonista la competición es feroz cada año, mientras que una gran actriz con bastante protagonismo puede no ganar ahí, seguro que si la consideran de reparto se carga a todas las que tengan menos peso en sus respectivas cintas. Pero la historia nos dice que si queremos tirar a más y nombrar a alguien como protagonista, tendrá menos oportunidades: sigo pensando que Cotillard hubiese peleado por la quinta plaza con la que se quedó Cruz en 'Nine' si la Weinstein no la hubiese propuesto como protagonista cuando en la adaptación fílmica le quitaron mucho peso a su papel para meter a un sinfín de papeles de reparto.

En cuanto a lo demás, si que es cierto que muchas veces pesa más tu importancia que tu tiempo en pantalla (o el hecho de que no haya alguien con más protagonismo de tu mismo género que tenga posibilidades): cuando ves The Reader se ve que el protagonista por tiempo es Fiennes, pero Winslet brilla cuando sale ("no se da cuenta del impacto que ha tenido en tu vida?").

Lo de promocionar a dos protagonista de una cinta, solo se puede hacer si los dos son MUY fuertes. En los casos masculinos es más raro porque suele haber solo uno (The Departed es una excepción) pero el año de "The Kids..." me quedé con ganas de ver a Moore nominada.

Para mi, lo importante sería que se premiara la mejor interpretación, sea en la categoría que sea, además hay normas de la Academia que detesto más: lo de que solo se pueda recibir una nominación por categoría no lo he entendido nunca...

Felicidades por el gran análisis!

Un saludo :)