jueves, 19 de abril de 2018

LAS MEJORES PELÍCULAS DEL S. XXI (XXIV) | CANADÁ

Como parte de los podcasts especiales de Cine del S. XXI, En Cinoscar & Rarities estamos realizando una lista con 150 películas poco conocidas del siglo, todas ellas de visionado obligado, de temáticas y autores muy diferentes. Agrupamos los films en 30 listas de 5 nombres según su nacionalidad. Las 30 películas más votadas en el grupo de facebook Cine del S. XXI competirán en la 6ª edición del Cinoscar Summer Festival 2018.

N° 116 CYPHER (Canadá, 2002)


¿De qué va?: Un contable de vida gris decide aceptar un puesto para una empresa secreta dedicada al espionaje digital. Su misión es recabar información confidencial de altos mandos empresariales con fines poco claros. Una trabajadora le revelará el verdadero cometido del sello y ambos empezarán una carrera por salvar sus trabajos y sus vidas.
¿Quién la dirige?: Vincenzo Natali, director de culto desde su victoria en el Festival de Sitges dos décadas atrás con la claustrofóbica Cube. A excepción de un par de incursiones en el largo, su carrera se ha centrado en la pequeña pantalla: ha firmado capítulos de American Gods, Westworld, The Strain y Hannibal.
¿Cuál es su palmarés?: 2 premios en Fastasporto: mejor actor y efectos especiales. Premio del Festival de Sitges al mejor actor.
¿Por qué hay que verla?: Tiene el mejor trabajo del intérprete Jeremy Northam, secundario de lujo, conocido en los últimos años por la serie The Crown. Es una rareza que pasó de puntillas por nuestras salas y merece una segunda oportunidad.


N° 117 SPIDER (Canadá, 2002)


¿De qué va?: En un asilo del Londres de los años 60, Spider, un desequilibrado con comportamientos de niño pequeño, recuerda su vida, desde su infancia hasta su entrada en un psiquiátrico. Incapaz de discernir aquello que sucedió en realidad de su imaginación, el hombre entrará en una espiral de locura de la que no podrá salir.
¿Quién la dirige?: David Cronenberg, uno de los directores más deseados del panorama internacional. Habitual en Cannes y Sitges, admirado por una amplia nómina de fans, en su filmografía cuenta con numerosos títulos de culto y más de una polémica. Spider es su thriller psicológico más destacado de los últimos años y la película que conecta en mayor medida con sus inicios fantásticos. No se le conoce nuevo proyecto desde Maps to the Stars, cinta de 2014.
¿Cuál es su palmarés?: Sección oficial a concurso del Festival de Cannes. Premio del público a la mejor película canadiense del Festival de Toronto. Mejor director del Festival de Sitges. Candidata al EFA del público al mejor actor (Ralph Fiennes).
¿Por qué hay que verla?: Tras Cannes, Sony se hizo con los derechos de la cinta, probablemente con la idea ingenua de venderla al gran público como una película de terror. A posteriori, el sello redujo al máximo la difusión de la cinta, y a día de hoy sólo la recuerdan los acérrimos del director. Una injusticia que ahora podemos compensar en forma de (re)descubrimiento.

N° 118 AGUA (Canadá, 2005)


¿De qué va?: En la India de finales de los años 30, en plena revolución de Gandhi, una niña de 8 años es obligada a casarse con un anciano moribundo. Al fallecer, la pequeña se convierte en viuda y es llevada a un asilo femenino donde debe pasar el resto de sus días.
¿Quién la dirige?: Deepa Mehta, directora de casi 70 años que ostenta la doble nacionalidad indocanadiense. Con Agua cierra su particular trilogía sobre India tras Fuego y Tierra, dos de las películas más queridas de los 90. Rostro habitual de la Seminci, su último proyecto presentado en España fue Anatomía de la violencia (2016).
¿Cuál es su palmarés?: Nominada al Óscar y Critics Choice a la mejor película de habla no inglesa. Sección oficial del Festival de Valladolid. Galardón especial concedido por la National Board of Review.
¿Por qué hay que verla?: Fue la película que, contra todo pronóstico, dejó fuera de la nominación al Óscar foráneo a nuestra Volver. En nuestro país se estrenó con timideza, pero es con diferencia la película más alabada de su directora.

N° 119 LAST TRAIN HOME (Canadá, 2009)


¿De qué va?: 130 millones de chinos viajan durante días enteros para celebrar con sus familias el Año Nuevo Chino. En ese contexto, Lixin Fan cuenta en clave documental el reencuentro de una joven que, en contra del deseo de sus padres, abandonó sus estudios para ganar dinero. Un relato familiar que también es el retrato de un país que se debate entre la tradición y el capitalismo.
¿Quién la dirige?: Lixin Fan, documentalista de escaso recorrido en las salas europeas, aunque es un habitual en los certámenes especializados. El año pasado participó en el film colectivo Un día maravilloso en la Tierra, disponible en nuestro país en la plataforma Filmin.
¿Cuál es su palmarés?: Premio del jurado del Festival de Sundance. Mejor documental del año para la Asociación de Críticos de Los Ángeles. Candidatura al DGA.
¿Por qué hay que verla?: Es una coproducción entre Canadá, China y Reino Unido, y ofrece una visión crítica, tierna e inédita de uno de los países más complejos y desconocidos del planeta.

N° 120 YO MATÉ A MI MADRE (Canadá, 2009)


¿De qué va?: Un adolescente guarda un profundo odio hacia su madre. La mujer resta impávida ante los insultos, desaires, amenazas y excentricidades del chaval. Debut semibiográfico de Xavier Dolan, que dirigió, escribió, protagonizó y produjo el film con tan sólo 19 años.
¿Quién la dirige?: Xavier Dolan, enfant terrible, talento precoz, niño mimado de Cannes, ganador del César, firmante de tweets escandalosos y "fashion victim" preocupado por los amores, pulsiones, obsesiones y reivindicaciones homosexuales. A sus 29 años, se espera que su séptimo largometraje, The Death and Life of John F. Donovan, sea uno de las grandes protagonistas del próximo otoño.
¿Cuál es su palmarés?: Seleccionado en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes. Nominada al Satellite y César a la mejor película extranjera. Candidata al Óscar por Canadá (no optuvo la nominación).
¿Por qué hay que verla?: En España la vimos por canales "alegales" y en dvd, dato injusto para una de las óperas primas más relevantes de lo que va de siglo. Si sois admiradores de Mommy o Lawrence Anyways, en Yo maté a mi madre os encontraréis la versión más airada y menos refinada, igualmente contradictoria, de su director.

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