martes, 6 de junio de 2017

CORTOMETRAJE | PSICOPATÍA, de Miguel Machuca


Trabajo novel a concurso nº 2 | PSICOPATÍA
Entrevista a su director, Miguel Machuca


1. ¡Saludos, Miguel! Te presentas al Cinoscar Summer Festival con el cortometraje Psicopatía. Es tu primera participación en el certamen y te damos la bienvenida. Para aquellos que todavía no conocen tu trabajo, ¿puedes contarnos tu relación con el mundo del cine?
Antes de realizar el cortometraje Psicopatía me dedicaba a la escritura. Estaba en un pequeño grupo de jóvenes en la escuela y solíamos compartir nuestros cuentos. Siempre que escribía una historia proyectaba en mi mente escenas y fue ahí donde quise dar un paso adelante y hacer realidad lo que yo imaginaba. Decidí entrar en un curso de fotografía con el fin de conocer esa perspectiva que te puede dar el uso de una cámara, experimenté mucho con la fotografía y los planos, y fue entonces cuando comencé a realizar pequeños videos, en su mayoría en stop motion, ya que era algo que llamaba mucho mi atención. Después vinieron proyectos escolares con los que pude seguir practicando y realizamos algunas cosas. Actualmente sigo escribiendo, sigo con la fotografía, pero me di una pausa con la creación de cortometrajes, me considero un fanático, me gusta mucho lo independiente, y sigo con mis planes de estudiar una carrera relacionada al cine.

2. Psicopatía es una especie de terror psicológico en la que apenas hay diálogos, y que se vale del montaje y la música para crear la sensación propia de su género. ¿De dónde nació la idea para este cortometraje?
Es curioso porque de niño me aterraba el género del terror, crecí con traumas por culpa de películas como IT o Chucky, pero le fui agarrando un cariño al género y escribí algunos cuentos de terror. La idea surgió a raíz de una publicación para un concurso de cortometraje. Quería saber qué pensaban los expertos sobre mi trabajo y no lo hice tanto por querer ganar el primer lugar. La regla principal era que tenía que tener una duración de 1 minuto (ahí eliminé todo diálogo). Fue entonces que comencé a escribir un pequeño guión. Mi idea de utilizar un psicópata siempre estuvo presente, ya que me gustaba escribir sobre ellos, cada loco tiene su historia que lo llevó a la perdición. A partir de ahí lo llevamos a cabo.


3. Psicopatía nos presenta dos locaciones, una de ellas sin duda con una ambientación importante para la historia. ¿Cómo elegiste y preparaste las locaciones? ¿Fue complicado el tema de la iluminación a la hora de filmar?
La primer locación la realizamos en un parque cerca de mi casa. Mi idea era que no se mostrara ningún paisaje, ni vehículo ni persona curiosa que quitara la atención de los sujetos, y como nuestro entorno estaba repleto de eso, nos derivó a poner al psicópata a ras de suelo y abusar del primer plano. La segunda locación fue la más complicada, ya que llevó tiempo montar. En ese entonces mi habitación estaba en remodelación y había mucho cemento en la paredes, se miraba horrible así que me dije “¿por qué no aquí?”. Esa misma noche saqué la cámara, fui a por una lámpara y jugué un poco con las tomas. Mi idea original era una escena visceral, quería mostrar algo que impactara visualmente. Al siguiente día conseguí una lona negra, compré 5 ratones, pintura, incluso fui a la carnicería a ver qué tipo de carne se vería mejor. Al estar montando, mi amigo de fotografía me recomendó no saturar el lugar con tantos elementos ya que muchos de ellos no se verían en la oscuridad y el mostrar vísceras reales sería un factor para que no tomaran el corto a consideración, los ratones fueron cortados de la edición por tiempo y porque no se acomodaban a nuestras tomas (es difícil trabajar con animales). Montar fue muy fácil, la iluminación sí fue muy complicada, ya que las velas no daban tanto alcance, entre cortes las teníamos que estar moviendo continuamente, nos quemaba la cera, teníamos que grabar rápido porque se consumían y aparte producían mucho calor. No quisimos usar luz artificial por el tono que le quisimos dar al corto.

4. Te encargaste de la escritura, dirección y montaje del cortometraje. ¿Qué tarea te resultó más difícil realizar? ¿Cuál de estas facetas disfrutaste más?
Ninguna me resultó difícil, ya tenía algún tiempo escribiendo; el montaje lo disfruté porque tenía que destrozar todo, usé un martillo para romper algunas partes de las paredes, pintura a lo loco, dejé que se ensuciara el piso, fue divertido; y la dirección fue lo que más amé, porque a pesar de ser un trabajo en equipo, al final te queda esa satisfacción de lograr poner en escena algo que visualizaste, que motivó a alguien más a ayudarte, y el que hayan estado dispuestos a todo lo que les pedías, dando su tiempo, su paciencia a pesar de tantos cortes, fue maravilloso.


5. El villano de Psicopatía recuerda a grandes rasgos a villanos de cómic como el Joker. ¿Tuviste alguna referencia cinematográfica o de cómic para tu personaje? ¿Cómo fue la elección del actor? Seguro que el rodaje no fue sólo risas malvadas: ¿te gustaría compartirnos alguna anécdota graciosa o curiosa del rodaje?
Ahí tuve un pequeño problema, ya que quería un personaje diferente, quizá no nuevo (porque hoy en día hay muchísima variedad y es complicado no repetir). Mi idea fue tener un lunático en escena, uno visceral que llamara la atención e impusiera visualmente, que por cuestiones de reglas tuve que omitir (NO violencia gráfica), nunca estuvo en mi mente hacer una copia del Joker, en comics sí se le ha visto siendo visceral pero en las películas nunca hemos visto una versión así de él. Sí me considero un fan de Batman y quizás, inconscientemente, se plasmó un poco la esencia del villano. Mi visión original vendría siendo muy parecida a las películas de Saw. En ese entonces pensé en un amigo para que fuera el psicópata, porque realmente está loco jaja, es una persona demasiado extrovertida, era perfecto para el papel y no dudó en aceptar. Y de anécdotas quedaron muchas... En la locación del parque en ese momento había un grupo grande de personas practicando baile y estaban tocando cumbias de Los ángeles azules, tuvimos muy mala suerte en ese lugar, fue cuando me di cuenta de la importancia de un sonidista en el cine; llegaban niños a preguntar qué hacíamos y se iban y luego otro niño, y así un buen rato. La escena del escupitajo fue totalmente real e hicimos sólo dos tomas escupiendo, fue de mucha risa porque justo cuando iba a escupir mi amigo me detenía “¡espérate, espérate!”... me detuvo como unas 10 veces. De los 5 ratones que compré también fue chistoso porque se movían como locos y en ocasiones tuvimos que corretearlos y buscarlos porque se escabullían: al final me quedé con dos y los otros tres fueron para dos amigos; fue bonito criarlos y tenerlos como mascota, les tomé cariño. Luego, en la segunda locación, había una escena donde el psicópata me tenía que arrastrar, y el piso, como estaba totalmente pegajoso, me provocó una quemada en la espalda que hizo que los “cadáveres” se pusieran a reír. Para terminar, como dato curioso, el cortometraje nunca lo mandamos al concurso y la versión corta no supe qué le pasó, la perdí totalmente de mi computadora, e hice una nueva edición con la versión extendida que verán ustedes.

6. ¡Muchas gracias por tus respuestas, Miguel! Sólo nos queda desearte mucha suerte en el Cinoscar Summer Festival. Finalmente, te damos la oportunidad de que dirijas unas palabras a los espectadores del corto. ¿Por qué deben visionar Psicopatía? ¿Cómo definirías tu trabajo en pocas palabras?
Es un cortometraje que te mantiene en suspenso, que te da intriga de saber qué sucede y por qué, es un camino que te lleva y te revela cómo una persona puede perder la cordura ante la más mínima provocación. ¿Crees conocer en realidad a esa persona que miras todos los días por la calle? Una muestra gráfica de que todo lo que ves, siempre va más allá. Muchas gracias por el espacio y la oportunidad de que más personas vean estos proyectos que nos apasionan. Espero que lo disfruten.

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