viernes, 22 de julio de 2016

CRÍTICA | NETWORK (UN MUNDO IMPLACABLE), de Sidney Lumet

 
NETWORK (UN MUNDO IMPLACABLE), de Sidney Lumet
4 Óscars, 4 Globos de oro y 1 Bafta
EE. UU., 1976. Dirección: Sidney Lumet Guión: Paddy Chayefsky Fotografía: Owen Roizman Música: Elliot Lawrence Reparto: Faye Dunaway, William Holden, Peter Finch, Robert Duvall, Beatrice Straight, Wesley Addy, Ned Beatty, Arthur Burghardt, Bill Burrows, John Carpenter, Jordan Charney, Kathy Cronkite, Ed Crowley, Jerome Dempsey, Conchata Ferrell, Gene Gross, Darryl Hickman Género: Drama Duración: 120 min. Tráiler: Link Elección de Jesús Mejía
¿De qué va?: En una cadena de televisión, la lucha por las audiencias está a la orden del día. Cuando un presentador de telenoticias está a punto de ser despedido por un bajo "ratting", el hombre sorprende a todos anunciando su suicidio en directo para la próxima semana. La noticia tiene un impacto notable, hasta el punto de alterar el devenir de su programa y de toda la cadena.


CRÍTICA XAVIER: Siempre que se habla de cómo la gran pantalla ha retratado el mundo de la televisión, Network se convierte, sean quienes sean los interlocutores, en la película más citada. Ello se debe al carácter profético de la obra de Lumet, que concibe las bambalinas televisivas como un circo de animales carroñeros que compran y venden cualquier cosa (contenidos, programas, incluso personas) con el objetivo de ganar unos puntos de audiencia. El espectador del S. XX y del S. XXI se reconoce y se avergüenza ante los fotogramas de Network, y no cuestionaremos aquí la actualidad o la pertinencia de su mensaje. Con todo, Network quiere subrayar tantas veces su postura y se entretiene en infinitos juegos diálecticos y autoreferencias que, a la postre, de la sensación de que el film, efectivo pero efectista, acaba adoptando para sí algunas de las bases que critica (o sea: la altivez, la pomposidad y el "hablar mucho y no decir nada" que gastan los personajes de la cinta). El guión de Paddy Chayefsky subraya tanto su posicionamiento que ni la trama ni sus protagonistas cuentan con el margen suficiente como para enriquecer un conjunto que se intuye tan caótico como cerrado. También puede ponerse en duda el irregular funcionamiento de sus líneas narrativas: sin ir más lejos, la reciente Spotlight, vinculada a Network por su faceta periodística, cuenta más y mejor las relaciones entre vida laboral y personal, así como la incertidumbre moral que provoca saberse parte de un oficio de tanta relevancia social. En definitiva, una película más convencida que convincente cuya vehemencia, por momentos, resulta apasionante. ½


CRÍTICA ISIDRO: Siempre me han gustado las ficciones que se basan en el “detrás de las cámaras” del cine o la televisión, donde el hilo argumental son los tejemanejes de aquellos que se dedican a sacar al aire un producto que debe tener la máxima audiencia para hundir a la competencia (hemos tenido un muy buen ejemplo recientemente con Nightcrawler). Y siempre me ha hecho gracia el concepto de que una emisión en directo se vaya a la mierda porque una de las marionetas decida rebelarse contra los dictados del sensacionalismo. En mi época de adolescente iluso que de mayor quería ser cineasta escribí algo en esa línea con una Winona Ryder que mandaba a la mierda en directo a un Ed Harris déspota solo preocupado por la audiencia. En Network, William Holden y Faye Dunaway son mi Ed Harris y Peter Finch mi Winona Ryder. Solo con el arranque de la película ya me tiene ganado, con ese derrotado Finch anunciando su suicidio durante la emisión del telediario del que será despedido en unas semanas, y adoro las reacciones en control al más puro estilo Moe Szylack en Lo que nunca acaba. Network, en definitiva, es un peliculón, una sátira brutal del sensacionalismo elegantemente dirigida y escrita y liderada por un reparto en estado de gracia. Genial broche final para la sección oficial del CSF4.


CRÍTICA ALBERTO: Para cerrar la competición no se podría haber elegido un film más sólido, una de las propuestas más completas del realizador Sidney Lumet. Una película que retrata con solvencia las entrañas de la esfera periodística, sus aciertos y errores, sus más y sus menos, y equilibra su postura crítica ante este modelo. A pesar de su base clasicista, que personalmente me aleja del relato, la historia se levanta con fuerza gracias a las definiciones de personajes y a las derivaciones del discurso sobre el entorno en el que les toca interactuar. También refuerza la historia la vigorosa capacidad de Lumet para mover la cámara y su astuto sentido del ritmo. No obstante, el auténtico nervio del film reside en un reparto en absoluto estado de gracia, desde la exaltación de Peter Finch, hasta la maravillosa composición de una Faye Dunaway que vibra y arrasa allá por donde navega en sus derivas dialécticas. Ella es capaz por sí sola de acaparar todas las atenciones gracias a una composición imponente a la vez que elegante.

NOTA MEDIA del JURADO:

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