martes, 24 de mayo de 2016

CORTOMETRAJE | NOCHE Y NIEBLA, de Alain Resnais

NOCHE Y NIEBLA (NUIT ET BROUILLARD), de Alain Resnais
Francia, 1955. Documental, 32 min. ¿De qué va?: La cámara de Resnais se adentra en los campos de concentración nazi años después de la Segunda Guerra Mundial. Elección de Daniel Bermeo

CRÍTICA ALBERTO: Si hubiera que mencionar dos películas claves en la historia del cine que comprendan con absoluta claridad las verdades del holocausto judío, una de ellas sería este mediometraje de magistrales aportaciones. Sus brutales imágenes documentales, intercaladas con esas reflexivas muestras gráficas sobre el paso del tiempo en los campos de concentración, erizan la piel por la rotundidad de su mensaje y por las posibilidades expresivas de un ejercicio de obligado visionado. De este modo, con recursos mínimos, el realizador galo erige esta absoluta obra maestra, que atiende al valor reflexivo del que la entiende y la interioriza, porque la muestra doble sobre la masacre acontecida intenta dibujar no sólo valores sensoriales, sino también perpetuar una reflexión que perdure en el tiempo. Poca gente puede quedar inerte ante el fascinante y duro ejercicio que nos perfila la síntesis de los grandes errores humanos del pasado. ★★

CRÍTICA ISIDRO: No sobran los documentales y las ficciones sobre la el holocausto nazi. Se cuentan por cientos, desde diferentes tonos y perspectivas (algunas más afortunadas que otras), pero nunca dejará de sobrecogernos tal horror. Noche y niebla es un documento conciso y directo de una poética desgarradora, que juega a combinar las imágenes de archivo en blanco y negro más dolorosas con grabaciones a todo color en los campos de concentración ya desiertos y abandonados, cuyo contraste estremece. Denuncia implacable y llamada a la memoria. Nunca olvidaremos la barbarie, pero tampoco este documental. ★★

CRÍTICA KOSTI: Retratar los horrores del Holocausto siempre va a ser una labor ardua y sólo al alcance de manos con el mayor pulso. Hasta el momento parece que Alain Resnais ha sido el que más pulso ha conseguido mantener. Ese pulso lo traslada a las imágenes, testigos vivos de un pedazo de la historia de la humanidad para dejar en el pasado, pero nunca olvidarlo. Resnais nos transporta a una época terrorífica donde los silencios, las miradas y los escenarios nos sirven de guía del horror, un horror que perdura diez años después entre las paredes que guardaron durante la Segunda Guerra Mundial la mancha más oscura de nuestra historia, y Resnais se hace eco de ese silencio respetuoso que lleva reinando desde entonces en esos campos de concentración en los que otrora tronaban las voces de la inhumanidad. Una obra encomiable y necesaria. ★★½

CRÍTICA RONNIE: Resnais documenta un estremecedor capítulo de la humanidad. Durante 32 minutos muestra la deshumanización sufrida por la población judía en los campos de concentración nazi. La grabación mezcla a color los campos abandonados junto a fotografías y videos de archivo en donde se documenta la degeneración sufrida por miles de personas en estos lugares. El objetivo de esta cinta es no olvidar nuestro pasado, mantener alerta la memoria para no repetir errores y atrocidades de antaño. Debemos remarcar que Resais logra mantener vivo su mensaje hasta estos días, y cintas que tratan el tema del Holocausto de la Segunda Guerra Mundial se lo agradecen. ★★

CRÍTICA XAVIER: No estamos acostumbrados a que se aborden las heridas de la Segunda Guerra Mundial desde una perspectiva objetiva. Noche y niebla es seguramente el único documento que se acerca a la barbarie desde la distancia y, paradójicamente, desde el respeto más absoluto. Resnais, a base de materiales de archivo, cuenta la vida en los campos de concentración con sangre fría y palabras poéticas, como lo haría un profesor en una clase de historia. La dureza del contexto y la singularidad del texto hacen que Noche y niebla sea un mediometraje desestabilizador. ¿Puede contarse el infierno sin juicios, sin posicionamientos, sin resquemores? Resnais lo logra. Pero quien escribe hubiera preferido más emoción y menos cerebralidad. Noche y niebla no consigue llevar el público a la catarsis, remover los resortes internos que deberían quedar alterados ante una historia de semejante potencia. Conclusión: el corazón y el cerebro están siempre conectados, y esa unión resta ausente en esta impávida, aleccionadora pero nada curtidora Noche y niebla. ★★


NOTA MEDIA del JURADO: ★★★★  
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