martes, 26 de abril de 2016

CRÍTICA SERIES | NIT I DIA (Temporada 1)

  
Todos tenemos una cara oculta
NIT I DIA, de Lluís Arcarazo i Jordi Galceran (creadores)
España, 2016. 1 temporada de 13 episodios. Emitida por TV3 (lunes, 22:35h.; del 1 de febrero al 25 de abril de 2016) Género: Thriller Duración: 55 min. por episodio aproximadamente Tráiler: Link Web oficial: Link Making off: Link Dirección: Manuel Huerga Música: Xavier Capellas Fotografía: Bernat Bosch Reparto: Clara Segura, Pablo Derqui, Miquel Fernández, Marc Martínez, Carlota Olcina, Oriol Vila, Anna Alarcón, Alba Pujol, David Verdaguer, Mario Gas, Vicky Peña, Manel Sans, Mimi Riera, Carme Sansa, Mar Ulldemolins, Mireia Vilapuig, Victòria Pagès, Ivan Luengo
¿De qué va?: El día que inicia un tratamiento de fecundación asistida, Sara, una médico forense, realiza una autopsia al cuerpo del que cree que fue un amante suyo. A su vez, el marido de Sara se verá obligado a despedir a su mejor amigo mediante fórmulas muy expeditivas. También aparece el cadáver de una mujer de edad avanzada, una noticia que salta las alarmas sobre la presencia de un posible asesino en serie en Barcelona.



BARCELONA PSICÓPATA (Reseña sin spoilers)

Con Nit i dia, las ficciones de TV3 han dado un salto cuantitativo y cualitativo inesperado. Es difícil valorar veinticuatro horas después de la emisión del último capítulo qué repercusión tendrá la serie en la propia cadena y en otras, pero no cabe duda que la serie de Lluís Arcarazo i Jordi Galceran ha supuesto para el ente público catalán el fin de una larga etapa dominada por sitcoms, dramas de sobremesa y productos dirigidos a un público familiar. Nit i dia es cruda, lacerante, malsana, intimidante. Es un producto de género que desmonta la parafernalia habitual de los thrillers estadounidenses con sabiduría. También una serie que destapa sin efectismos la corrupción moral de nuestros tiempos, con una imagen nada idílica de la élite barcelonesa. Un atrevimiento que TV3 mantuvo en el cajón durante más de un lustro y que durante los últimos trece lunes ha sido el responsable de que a miles de catalanes les costara conciliar el sueño. 


La dirección de Manuel Huerga consigue que el espectador asista a una película de suspense de largas horas de duración, con una factura técnica impecable y una descripción de personajes muy medida. La trama siempre avanza por caminos insospechados y no tiene miedo de ralentizar unas tramas y dinamizar otras en favor del conjunto. El asesinato del capítulo ocho, con el largo plano secuencia del psicópata borrando sus huellas y el ágil montaje que acompaña a su fuga, es un ejemplo excelente: el tratamiento de la luz, la interpretación de todo su reparto (Marc Martínez, colosal) y su capacidad de mantener a la audiencia entre el horror y el asombro son logros raramente alcanzados por la pequeña pantalla de nuestro país. Y hay más: el final que sufre el personaje de Vicky Peña (otra actriz superlativa) y el encuentro entre una etarra y el marido de una de sus víctimas son otros momentos cumbre que pondrían los pelos de punta a cualquier programador televisivo. 


Todos los personajes de Nit i dia discurren al borde del abismo. Unos son psicópatas prototípicos, y otros canalizan sus desórdenes de diferentes maneras, ya sea trabajando en una sala de autopsias o dirigiendo una empresa cual ejecutivo agresivo. Incluso, en un interesante giro, parte de la atención de la trama se redirige al ambiente marginal que presiden los personajes de Fajardo y Wendy, en último término las principales víctimas de una élite barcelonesa que actúa bajo el amparo de un cheque con varios ceros o un puesto administrativo de importancia. Todos, sea cual sea su estrato social o su peso en el guión (José Coronado y Ana Wagener se comen la pantalla en apenas un par de minutos), trazan una imagen descarnada de la corrupción de nuestros tiempos. A la postre, la serie demuestra el frágil equilibrio entre la "noche" y el "día", el lado más oscuro y luminoso, que habita en todos momentos. Un ejercicio de reconocimiento y exorcismo que deja un escalofrío en el cuerpo, como ese rayo que cae en el skyline de la ciudad en el último plano de la serie.


Nit i dia es un avance en todos los aspectos. El más evidente: no escatima en escenas de sexo y violencia bastante explícita (recordemos que se emite en prime time). Todavía hay mucho camino por recorrer: algunos flecos de su argumento siguen todavía muy vinculados al vodevil marca de la casa (la amante del juez Cases) y a medida que avanzan los capítulos desaparecen los casos "externos" a la historia que ayudan a describir el día a día del equipo de policías y médicos forenses (aquí destacan el adolescente suicida del tercer episodio o la contribución impagable de Montserrat Carulla, que ayuda a desvelar nuevos datos del "mataiaias" en una pirueta de guión impecable). Pero los aciertos superan con creces a sus casi imperceptibles defectos. Y aunque el círculo se cierra en su último capítulo, da la sensación de que personajes como los de Pablo Derqui (su cara de loco me persigue), Oriol Vila (el más sombrío de la serie) y David Verdaguer (un contrapunto cómico muy necesario) pueden tener más recorrido de cara a nuevas entregas. Las ancianas catalanas han aumentado sus dosis de Dormidina y los shares de audiencia han sido notables pese a competir con opciones tan fuertes como El ministerio del tiempo. En definitiva, esperamos más Nit i dia. TV3 ha pasado definitivamente a un nivel superior, como hiciera la DR danesa con Forbrydelsen. Ojalá cunda el ejemplo en otras cadenas del panorama nacional.

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