viernes, 17 de julio de 2015

TRABAJOS NOVELES | VACUITY, de Toni Morejón


Trabajo novel Nº 14. Cinoscar Summer Festival 2015: Sección oficial a concurso.
Entrevista a Toni Morejón, director de Vacuity

1. ¡Bienvenido al Cinoscar Summer Festival, Toni! Gracias por presentar Vacuity al certamen. Antes de adentrarnos en tu cortometraje, nos gustaría conocerte a ti. ¿Cuál es tu vinculación con el mundo del cine?
El cine es mi pasión y prácticamente mi vida desde bien pequeño. Forma parte de mí. Estudié Comunicación Audiovisual y desde entonces he ido abriéndome camino trabajando y colaborando en diferentes proyectos.

2. Vacuity puede definirse de muchas maneras: la historia de una venganza, una road movie onírica, una historia de amor… En pocas palabras, ¿cómo definirías tu trabajo? ¿Te marcaste como prioridad abordar en una misma trama distintos géneros?
Definiría el cortometraje como un thriller neo noir con toques de ciencia ficción. Mi prioridad era que tuviese una duración de unos 20 o 25 minutos y así poder dividirlo en dos partes muy diferenciadas entre sí, romper el esquema del espectador llevarle así a otro género distinto.
 
3. Vacuity arranca con ecos de Nicolas Winding Refn y acaba con una decisión que bien podría relacionarse con la ‘píldora’ de Neo en Matrix. ¿Qué referentes cinematográficos tuviste a la hora de dar forma a tu trabajo?
Precisamente Drive fue el principal referente en la primera parte del cortometraje, y Abre los ojos en la segunda parte. Sobre todo tuve muy en mente a Michel Mann a la hora de retratar la atmósfera de Barcelona, y a David Lynch con el toque onírico.


4. Uno de los aspectos formales o técnicos que más nos ha llamado la atención es la música del cortometraje. ¿Nos puedes explicar detalles sobre la banda sonora? ¿Cómo la concebiste?
La banda sonora está compuesta por el grupo TenebraEh!, que empezó a trabajar en el proyecto desde la primera lectura del guión. La idea principal era que fuese una composición oscura y sombría, con un uso incesante de teclados y contrabajo. Otro factor que tuve muy claro desde el inicio del proyecto fue la omnipresencia de la música en la historia, que fuese un protagonista más.
 
5. El actor que da vida a Denis sustenta todo el cortometraje. ¿Cómo enfocaste la dirección de actores? ¿Le diste algún tipo de indicación especial a tu intérprete protagonista?
Algunos actores no eran profesionales y otros los conseguimos mediante un casting. El protagonista, Denis, tenía que ser frío y unidimensional para que tuviera cohesión con la historia. En las secuencias que sucedían en el coche le ponía música de ambiente para que se relajase y se dejase llevar, ya que nunca se había enfrentado a un trabajo parecido.
 
6. En Vacuity las escenas nocturnas son especialmente importantes. ¿Qué retos os planteó rodar en una ciudad como Barcelona? ¿Qué dificultades técnicas destacarías?
El mayor reto eran las escenas nocturnas, ya que no son precisamente fáciles. También lo eran las exigencias y la ambición del guión, que nos llevaba a muchas localizaciones diferentes, y eso implicaba una producción algo más elaborada y compleja.


7. En los últimos minutos del cortometraje propones una sociedad que desea huir y que busca refugio en diferentes formas de ‘realidad’, una reflexión de gran actualidad e interés. ¿Hasta qué punto Vacuity encierra una crítica social? ¿Y en relación a ésta, cómo valoras la decisión final que toma el protagonista?
La verdad que no le recomiendo a nadie rodar en pleno diciembre hasta las cinco de la madrugada, sin olvidarme de los pocos medios que tuvimos para realizar el cortometraje.
Mi idea era presentar a Denis como un hombre inmaduro que sueña con una venganza que no es posible. Toma una rabia provocada por la persona que ama, que no le permite afrontar su realidad. Esta idea fue mi base para construir un puzzle mental de puro entretenimiento y evasión de cara al espectador.  Siempre he visto Vacuity como una historia más comprometida con la razón que con el corazón. Nunca fue mi intención hacer una crítica social, pero me parecía atractiva la idea de que personas con traumas no superados pudieran acceder a un mundo en el que se les posibilitase vivir una experiencia surreal y concebida a su semejanza.

8. ¿Has tenido ocasión de presentar o de proyectar el cortometraje en público? ¿Cómo valoras la reacción del público? ¿Qué satisfacciones te ha dado Vacuity?
Desde Enero del 2014, Vacuity fue distribuido por diferentes festivales nacionales e internacionales, y obtuvo resultados muy satisfactorios, sobre todo teniendo en cuenta el bajísimo presupuesto de la propuesta. En general, la reacción del público ha sido mejor de la que esperaba. La mayor satisfacción que me ha dado este proyecto ha sido conocer a un grupo de personas que, sin esperar nada a cambio, han unido sus fuerzas creyendo en una idea para poder llevarla a cabo.


9. Antes de terminar, no podemos dejar de preguntarte por el futuro. ¿Tienes algún proyecto en mente? ¡Nos encantaría ver Vacuity en formato largometraje!
Es curioso, pero ya son varias las personas que me comentado que Vacuity podría funcionar como película, pero por el momento vamos a dejarlo tal y como está.
En cuanto a nuevos proyectos, me alegra poder anunciar que mi próximo cortometraje se titula Medianoche. Es una historia perteneciente al género del romance que estará protagonizado por lo actores Adrián Expósito y Sandra Martín. En estos momentos nos encontramos en plena fase de preproducción, preparando una sólida campaña de crowdfunding para poder contar con los medios necesarios, ya que es un proyecto muchísimo más ambicioso y personal que Vacuity.

10. ¡Muchas gracias por responder a nuestras cuestiones, Toni! Te deseamos mucha suerte en el Cinoscar Summer Festival. Antes de ofrecer a nuestros lectores tu cortometraje, te damos la oportunidad de dirigirte a los votantes del certamen: ¿por qué deben visionar y votar por Vacuity? ¿Qué encontrarán en tu trabajo?
Encontrarán un cortometraje realizado desde la creencia y convicción de que con ganas y esfuerzo todo es posible. Un trabajo con un cuidado uso de los elementos cinematográficos que todo cinéfilo sabe reconocer.Y aunque parezca que veinticinco minutos son muchos, la historia transcurre en un suspiro.

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