domingo, 5 de febrero de 2012

POR QUÉ THE ARTIST NO DEBE GANAR EL OSCAR


Nunca estoy de acuerdo con esa gente que dice ser cinéfila y permanece totalmente al margen de la temporada de premios. Uno puede ir al cine, analizar la película de la forma más objetiva posible, pero no hay que perder de vista que los premios establecen un cánon, y que una obra maestra que nadie ha visto sirve para más bien poco. Es sano vivir la cinefilia desde cierta ambivalencia: disfrutando del buen cine en la sala, y luego viendo las largas pero curiosas galas, premiaciones y alfombras rojas. Sin un poco de frivolidad, espectáculo y escaparate el cine no sería cine. Me parece muy necesario que la industria se reúna una vez al año para ver cómo ha ido el trabajo propio y ajeno, y dar galardones con unos criterios concretos, más o menos justos, pero de forma democrática y libre.

Asumiendo que cada asociación, grupo o gremio tiene sus intereses internos, y que no todo lo que recibe medalla tiene que ser mejor que otros, ni tan siquiera bueno, Oscars, Goyas y demás conservan cierta atracción. Me divierte enfadarme con las nominaciones, luego con los palmarés, o bien aplaudirlos. Al fin y al cabo vivir el cine desde la faceta más insustancial, seguro que friki, signifique lo que signifique esa palabra. Pero a veces uno tiene que echar mucha carne en el asador, poner mucha buena cara al mal tiempo para realmente sentirse entusiasmado por la ristra de premios, dar cuenta de ellos en el blog y conservar cierto interés infantil por saber quién se lleva el gato al agua. Este año es un clarísimo ejemplo de apatía total y absoluta a lo que premios se refiere. Me explico.

¿Se repetirá una escena similar en el Kodak Theatre?
Revisando las 9 nominadas al Oscar, y teniendo en cuenta que todavía no pude ver La invención de Hugo y Tan fuerte, tan cerca, me cuesta elegir una por su calidad, porque destaque, porque verdaderamente me apasione. Curiosamente la primera que ví, y la más detestada entre los circuitos especializados, se ha convertido en mi elegida. Criadas y señoras es un título facilón pero muy respetable, con una buena ambientación, una genial dirección de actrices y un dominio del tempo elogiable. En sus más de 140 minutos la historia nunca se desploma, y pocas veces el drama y la comedia viven una mezcla tan efectiva y festiva. No se me ocurre otra película que pueda ser aplaudida tanto por la cinefilia más arriesgada como por el público menos exigente, consumidor de los telefilms de sábado por la tarde. Pero ya no estamos en los 70 o los 80. Kramer contra Kramer, La fuerza del cariño y demás son cosas del pasado. Por eso Criadas y señoras, la opción más conservadora, lo tiene crudo, crudísimo, para imponerse la noche del 26 de febrero.

Destacando cuál es mi elegida, más por contexto que por verdadero amor al texto, explico por qué The Artist no debe ganar el Oscar. No es que quiera establecer una campaña anti The Artist: les invito a revisar la crítica que este espacio hizo en su día del film para darse cuenta que el film de Hazanavicius dista de ser una mala película. Es más: en los premios del blog The Artist logró 3 nominaciones

Béjo, leyendo la noticia de su candidatura al Oscar.
1. Desde que se proyectase en el festival de Cannes The Artist ha estado sobrevalorada. No gustó a todos los cronistas, de hecho muchos ya hablaban en mayo de un 'ejercicio retro más curioso que interesante'. Desde ese momento The Artist ha sido promocionada, lanzada y respaldada para los Oscar: en un mundo de cierta hipocresía cinéfila, proponer un film mudo y en blanco y negro en plena era digital parece el súmum de lo artístico y lo sesudo... y ni mucho menos.

2. En esta vida más vale caer en gracia que ser simpático. Un poco es lo que pasa con The Artist. ¿Quién dijo que el dichoso perro sea una monada? ¿El personaje de Dujardin cae bien, en serio? ¿No será que los académicos vieron muy pocos clásicos y quieren revestir sus premios de cierto prestigio premiando a la opción más vistosa? Porque pensar que The Artist puede tener la misma suerte que El apartamento, último film en blanco y negro con el Oscar, causa enfado.

3. Es evidente que los académicos votan en bloque, algo que no entiendo. Deberían reconocerse las especificidades, las individualidades y las coyunturas de cada categoría y gremio. Si no, nada explica que se entreguen tantos Oscar. No soy especial defensor de El árbol de la vida, pero denostar su Oscar a la mejor fotografía sería una insensatez. De la misma manera, no pongo en duda que The Artist gane el Oscar por su excelente banda sonora. Pero sí discuto que Hazanavicius sea, en conjunto y por esta, mejor realizador que Allen o Scorsese. Lo mismo aplico al duelo Dujardin-Clooney: pocos vieron la filmografía anterior de Dujardin, y como resultado desconocen que Dujardin tiene un único registro tragicómico. Y Béjo ha sido promocionada como secundaria cuando su papel es de una relevancia protagonista. El disparate súmum sería que un film mudo recibiese el galardón al mejor guión: entiendo que un guión no sólo se compone de diálogos, pero entiendo más complejo el libreto que además de una ambientación incluye las intervenciones de los actores.

4. Si a The Artist le quitan todo aquello que la define (su corteza técnica) se queda en nada. En todo caso, es una historia de amor bastante normalita, elegante y sencilla, convencional. Sólo en pocas escenas The Artist juega con su aparato técnico y lo inserta en la historia (véase el momento que Dujardin no puede escuchar su voz pero sí los ruidos de su camerino). Pero por su elegancia formal, The Artist encaja en el prototipo de 'aquello que resulta fácilmente premiable'. 

5. Dirán: ya, pero todo lo que estás escribiendo sucede con otras ganadoras del Oscar y nadie puso pegas en su momento. Tienen toda la razón: Slumdog Millionaire no se merece sus 8 Oscars, y así hasta llenar páginas enteras con ejemplos. Pero con The Artist se da la casualidad que en parte va en contra de los prototipos de la Academia. Desengañémonos: los Oscar tienen unos códigos propios, y por eso están nominadas Caballo de batalla o Tan fuerte, tan cerca. The Artist sigue siendo un film extranjero, de bajo presupuesto, con poca taquilla a sus espaldas y una opción impopular en un momento en el que los Oscar están empezando a perder seguimiento, capacidad de convocatoria y audiencia. Brokeback Mountain no ganó, y no hace falta recordar el porqué... ¿y si sucediese lo mismo con The Artist? ¿Y si por un momento no fuese tan buena como nos han hecho creer casi todos?

Una imagen que da pura tirria. ¿Pedirán ambos perdón a David Fincher?

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanto tu analisis y por cierto coincido ampliamente. Ya no quedan las grandes producciones en donde uno quedaba deslumbrado, ni hay grandes favoritas.
Ahora, la que se estrena cerca de la temporada de premios parece llegar a buen puerto con solo un par de elementos que cumplan con la formula oscarizable.
The Artist, como decis, tiene un buen formato y es una historia simpatica y de cine dentro del cine, ahora de ahí a ser la mejor pelicula del año.... Nah!!!

Rodrigo Moral dijo...

Creo que esta publicación es la que mucho necesitábamos leer. A mí, más allá de que me gustó (como lo planteé), no me parece que tenga lo suficiente para ganar un Oscar. No me molestaría, pero tampoco me daría demasiado gusto.
1. Es cierto que THE ARTIST fue una de las menos favorecidas en Cannes. Pero claro, así como Malick hizo una película americana de tendencia europea, The Artist hizo lo mismo. Y prácticamente firmaron un pacto: vos me das la Palma, yo te doy el Oscar. Un pacto que concilia años de distanciamiento artístico entre Francia y EEUU..
2. Me sorprende que sus personajes hayan generado tanta empatía. Dujardin es bastante monótono, y después de todo, hace de un personaje despreciable (que con el tiempo irá cambiando). Hay muchos animales que en el año se robaron mi corazón, y el perro de THE ARTIST no lo hizo.
3. Hay dos opciones: THE ARTIST tiene un triunfo moderado (como THE KING'S SPEECH) o, lo que creo que sucederá, arrasador (como SLUMDOG MILLIONAIRE). Me parece que esto último es inexplicable. Como mucho, sería capaz de otorgarle los premios de MEJOR PELÍCULA (no porque se lo merezca), MEJOR MÚSICA y MEJOR VESTUARIO, indudablemente en los que más parece destacarse. Cualquier otro Oscar que no forme parte de este trío, es un exceso. Principalmente los de Dirección, Guión y Actor, que aún no sé cómo están nominados.
4. Es recontra simple, pero la Academia nunca quiere pensar mucho.
5. Premiar a THE ARTIST es una jugada rarísima, casi desesperada, para una premiación que pierde seguidores. Pierde al público, pero se gana a Francia. Parece que es más importante.

Saludos.

Alejandro A dijo...

Yo tengo como favorita a Hugo, aunque como dices acertadamente, este año no levataron muchas pasiones las nominadas igual la cinta de Scorsese siento que decae un poco, sin embargo considero que es una película hermosa y de las que he visto es la que más me ha gustado

acontre77 dijo...

Coincido en que no debe ganar, pero tiene a su favor un factor determinante que explica porqué SALVAR AL SOLDADO RYAN perdió frente a SHAKESPEARE IN LOVE. Y se apellida Weinstein.

Ismael Cruceta dijo...

Me ha encantado tu entrada!! y coincido con muchas de tus reflexiones. de verdad, mi más sincera enhorabuena. me apasionan los premios, y es imposible, si te gusta el cine, vivir al margen de ellos, incluso si muchas veces no significa que las mejores películas sea las premiadas.
En cuanto a the artist, no creo que sea una obra maestra, aunque hasta ahora, creo que es la mejor que he visto de las nominadas. un abrazooo!!

Sandra Sánchez dijo...

Muy buen análisis Xavier, pero qué quieres que te diga a mí me encantó jeje...
;)