miércoles, 3 de diciembre de 2008

LAS OLVIDADAS

La crisis también afecta al cine. En términos económicos, en el cine hay mucha oferta pero poca demanda, o sea, una cantidad ingente de películas norteamericanas, europeas y propias que pelean vilmente semana tras semana para captar la atención de una audiencia perdida, masificada y demasiado joven. Entre tanta batalla, el cinéfilo que vive el día a día ve cómo algunos títulos se quedan sin ballesta ni armadura porque alguna distribuidora, productor o cabecilla de turno ha decidido no estrenar una película en España. Puestos a elegir, Norteamérica siempre sale reforzada acaparando la parrilla televisiva y las luces de neón de cines varios. Es indignante que tengamos que ver Milk antes que Paranoid Park, cuyo paso triunfal por Cannes no parece suficiente para asegurar su estreno en este país de chisme y pandereta. Si los premios justifican el estreno de un film, no se entiende el ninguneo de Control o el del biopic excéntrico de Bob Dylan I'm not there; si una nominación al Oscar no es suficiente para llegar a las salas, me temo que, llegados a este punto, todo es posible. Tampoco hemos podido ver las bondades de My blueberry nights, toda una incoherencia cuando Wong Kar-wai ha dejado de ser un plato refinado para pocos; lo mismo le ha ocurrido a Sherrybaby, Il caimano, Le silence de Lorna o Southland Tales. ¿Qué les pasa por la cabeza si les digo que en su país no se estrenará el último film de Haneke, Von Trier, Reygadas o Chabrol?, ¿este ninguneo justifica la piratería, la descarga por internet de una película que, de otra manera, nunca podría verse?, ¿la democratización del cine no esconde una dictadura orquestrada por las majors más influentes? El espectador poco exigente irá a la sala tranquilo porque siempre tendrá la ocasión de disfrutar del último Spielbergh; otros en cambio agacharán la cabeza, silenciarán su airada protesta y se verán obligados a acatar las normas de la colectividad. El cine aún no tiene fin, pero la forma de disfrutarlo (algunos dirían consumirlo) cambiará irremediablemente: nadie puede quitarnos el derecho a ver la última propuesta de Mungiu, Tavernier o Garrone. El cine es arte, y como tal, no puede ser gratis. La política del todo vale, pero, es igual de escalofriante.

3 comentarios:

Jose Barriga dijo...

Esto es triste, en Venezuela también debemos lidiar con esta situación, la mayoría de los títulos más importantes (no tan comerciales) no se llegan a estrenar aquí, salvo una que otra proyección en alguna sala Premium, por fortuna si se estreno Paranoid Park (obra maestra). Lo bueno es que los films que son snobeados por las compañías de proyección, los encontramos en Dvd a la venta, y es un pequeño alivio para este servidor. La única solución para un cinéfilo en estos casos es tratar de conseguirse el titulo en DVD o bajárselo por Internet, pero jamás debe dejarse de visionar una película por el simple hecho de esperar a que jamás se estrene en su ciudad. Un Saludo Xavier....

José Barriga

Anónimo dijo...

En Perú parece que las cosas mejoran, al menos comparado con otros países, incluyendo España.
Títulos interesantes llegan tarde a las salas, pero por lo menos la gente tiene posibilidad de visionarlas. Algunos estrenos extemporáneos han sido "My Blueberry Nights", "Before the devil knows you're dead", "Lust, Caution"; estando próxima a estrenarse "Juno" (increíble, pensé que por el carácter comercial y su abultada taquilla la estrenarían antes); sin embargo, la sorpresa fue ver estrenadas justo a tiempo a las grandes favoritas y nominadas al OSCAR, como "Atonement", "Michael Clayton", y sobretodo "No Country for old men" y "There will be blood"; además de Sweeney Todd y posteriormente "La Vie en Rose", "The Assassination of Jesse James..." e incluso "Eastern Promises".
"Blindness" ha sido estrenada aquí mucho antes que en otros países, y hasta se vocea "Funny Games-US" de Haneke como próximo estreno.
Aún con ello es evidente que películas europeas y de corte culturoso tienen mayores problemas de estreno por no encontrar un público que las respalde. Tal vez esto sea un obstáculo difícil de salvar pero de alguna manera considero que los bloggers de la comunidad contribuyen desde su trinchera a motivar el interés por el buen cine a sus seguidores.
Saludos Xavier,

THE INDEPENDENT

Lola dijo...

Xavier,

Me parece muy acertada tu reflexión. Todo el proceso que sigue una película desde que sale de la sala de montaje, y llega a ser exhibida en una sala pasa por muchas manos y por mucho dinero.
Creo que la distribución es el gran mal del cine no comercial. La falta de recursos económicos no ha de estar reñida con el arte ni en ninguna disciplina.
Es triste, muy triste, leer en la revista de la Academia de las Artes Cinematográficas de España el listado de películas que no verán la luz en una sala de proyección.
Muy triste.
Saludos, Xavier.